Cyborg fue un ciclón para Budd en Bellator 238 y vuelve a reinar
Cris Cyborg se proclamó campeona del peso pluma de Bellator al derrotar por KO en el cuarto asalto a Julia Budd. Juan Archuleta volvió a ganar.
El mundo se le vino encima a Julia Budd en solo 10 segundos. En ese tiempo Cris Cyborg se transformó en un ciclón y la noqueó. Transcurría el cuarto asalto de su pelea por el Campeonato del peso pluma de Bellator cuando la recién llegada apretó para quedarse con el trono de su nueva empresa. Cyborg empezó a conectar manos que dañaron a Budd y provocó la parada del árbitro. Victoria en cuatro asaltos, exhibición y un mensaje claro: "Esto es una nueva era", apuntó tras el pleito. En Bellator 238 aceptó el reto más difícil, anuló por completo a la campeona y cerró el círculo. En Inglewood (California) perdió su campeonato de la UFC y en la misma ciudad, 392 días después, logra ser monarca en su cuarta empresa (Strikeforce, Invicta FC, UFC y Bellator). Histórica.
El pleito no tuvo ni un segundo de pausa. Cyborg atacó de inicio para intentar llegar con manos duras. En menos de 20 segundos ya había acorralado a Budd contra la jaula, pero ahí la campeona dio la vuelta a la situación. Fue ella la que metió presión contra la reja en un primer momento. Esa situación fue muy socorrida por ambas durante el combate. En ese primer asalto, al final se separaron y cuando la estadounidense trató de llevar la pelea al suelo, Cyborg la recibió con una rodilla. La brasileña es puro peligro. El segundo round fue por completo para la aspirante, quien metió mucha presión contra la jaula y regaló el último minuto del acto. Necesitaba recuperar, eso sí, replicó con un nuevo rodillazo tremendo al final.
En el tercero, la pelea se empezó a decantar. Cyborg tiraba muchos golpes y presionaba de manera insistente, lo que fue fundiendo a Budd. Ese round, además, fue muy físico y ambas alternaron la presión contra la jaula. Sin embargo, estuvo mejor la brasileña. Agarró la pierna de Budd cuando le lanzó una patada y con una derecha recta envió al suelo. Allí trabajó y castigó a la campeona. El cuarto asalto comenzó diferente. Ambas se midieron y antes de que transcurriese el primer minuto, Cyborg cambió de ritmo. Conectó un primer golpe que Budd sintió, lo notó y se fue con todo. Diez segundos de tormenta para la campeona, que vio como el árbitro se cruzó para salvarla. Del esfuerzo, Cyborg cayó al suelo empujada por el árbitro (al serpararla) y allí se quedó unos segundos. Después la emoción salió a relucir. Vini, vi, vencí... y pedí, porque Cyborg cerró una noche redonda con una doble petición: "Mi sueño es un participar en un Grand Prix. Y me gustaría pelear en Japón".