Una genialidad de Povektin fulmina a Whyte y el 'orden preestablecido' en los pesados
Alexander Povetkin venció por KO en el quinto asalto a Dillian Whyte para proclamarse campeón mundial WBC Interino del peso pesado. Había caído dos veces.
Una de las máximas del boxeo es que un golpe lo cambia todo. El Fight Camp de Matchroom fue la mejor muestra que puede existir. Eddie Hearn y Matchroom planearon un broche final perfecto. Dillian Whyte exponía el Mundial WBC Interino ante Alexander Povetkin. La victoria le dejaría sí o sí a las puertas de enfrentarse al ganador del Fury vs Wilder 3. Todo estaba escrito: si no se daba esa pelea, el campeón absoluto pasaría a ser Whyte porque desposeerían a Fury o Wilder. Solo faltaba que el inglés ganase. Lo tuvo en su mano en el cuarto asalto, pero en el quinto todo cambió en un segundo. Povektin fulminó a Whyte y también el orden prestablecido. Todo lo hablado ahora es papel mojado. El ruso es el nuevo campeón WBC Interino del peso pesado y toca replantear todo.
El combate deja claro también el motivo por el que los pesos pesados generan tan expectación. Whyte y Povetkin pasaron tres asaltos tranquilos. Sabían que el combate podía ser largo y se dosificaron. Buscaron muchos golpes abajo para quitar fuerza a su oponente y trabajaron calmados. Sorprendió el inglés, que mostró su lado más cerebral. Así, jugando con el jab, abrió el hueco para una derecha recta en el cuarto asalto. No se precipitó, siguió boxeando al mismo ritmo y con un upper volvió a enviar al suelo al ruso. Quedaban menos de diez segundos de round. Se salvó por la campana. En el quinto asalto, Whyte siguió igual tranquilo y aquí vino la genialidad.
Povetkin se recuperó bien, esquivó hacia dentro para su lado izquierdo y subió con un upper. No hubo error de Whyte, todo lo contrario. Lo único que se vio fue una genialidad del ruso. El golpe subió con tanta potencia que cuando Whyte se fue al suelo ya estaba KO. No hubo ni si quiera cuenta. Una mano cambió todo. Ahora, Povetkin debe hacer antes de que acabe el año una revancha contra Whyte, ya que según reveló Eddie Hearn había una cláusula obligatoria firmada. Por tanto, el inglés pierde su puesto de privilegio, en el que llevaba más de 1.000 días, y debe rehacer el camino. Por el otro lado, si Fury gana a Wilder ya nada impediría el Joshua vs Fury en la primera mitad de 2021. Povetkin hizo saltar por los aires el orden preestablecido.
Taylor despeja las dudas con su mejor boxeo ante Persoon
Los grandes campeones deben ser inteligentes y aprender de sus errores. Un buen ejemplo fue este sábado Katie Taylor. La irlandesa exponía sus cuatro cinturones (WBC, WBA, IBF y WBO) del peso ligero ante Delfine Persoon. La belga era la mujer que más cerca estuvo de derrotarla en el campo profesional. Fue en junio de 2019 en Nueva York. Taylor ganó a los puntos en una pelea muy cerrada en la que se equivocó. Persoon metió mucho ritmo y la excampeona olímpica aceptó pelear en el golpe por golpe. Aprendió de ello y la irlandesa planteó un pleito muy diferente en el Fight Camp. Retuvo sus cinturones por decisión unánime (98-93, 96-94 y 96-94). Dio un recital para dejar bien claro quien es la reina.
Del primer al quinto asalto el combate solo tuvo un tiempo. Persoon salió a meter ritmo, no era ninguna novedad. Taylor mostró todas sus cualidades. Se quitaba manos con sus piernas, con la cintura y después contestaba duro. Hacía fallar a su oponente ráfagas de hasta cuatro golpes y ella solo conectaba uno, pero era certero. El rostro de la belga dejó claro desde bien pronto la dureza del pleito. Pese a ello nunca dio síntomas de venirse abajo. Una vez mediado el combate, el gas comenzó a fallarle a Taylor. Apretó Persoon, que se llevó el sexto y el séptimo asalto. Desde el octavo, la campeona tuvo un segundo aire y volvió a esquivar. Antes había entrado en la guerra y salió perdiendo, otra vez.
En ese octavo episodio se llevó una derecha recta que hizo dudar a algún juez. Igual que en el último, donde acabaron cruzando con todo. Taylor tenía la pelea controlada y se permitió alguna licencia. Ganó, dejó claro qué es la mejor y busca ahora grandes carteles. La pelea ante Amanda Serrano, que finalmente no se dio tras el confinamiento, parece su próxima parada.