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NATACIÓN

Carpena: "Esta situación es terrible para los clubes"

El presidente de la RFEN repasa la actualidad de uno de los deportes más castigados por el cese de actividad y afirma que los directores técnicos renovarían.

Fernando Carpena.
JAVIER GANDUL

Los nadadores ya llevan un mes sin tirarse a una piscina. ¿Cómo se buscan la vida para entrenarse?

Cómo pueden. Hay un nadador que fue a casa de sus padres que tienen piscina para confinarse allí. Unos utilizan los recursos de casa, otros no tienen nada. Ricardo Barrera (director deportivo de aguas abiertas) organiza charlas con entrenadores extranjeros, Mayu tiene a las de sincro entrenando sin parar, a las 7:30 ya las quiere activas. Y hace dos semanas participé en un entrenamiento online con Mónica Solana (fisio y preparadora física) y el grupo de natación. Los nadadores están ahora más liberados. Lo ven como un paréntesis.

Liberados por el aplazamiento olímpico. ¿Cómo lo vivieron?

Al tener cinco modalidades, cada una la ha vivido a su manera. Algunos eran muy sensibles con los Juegos, acumulaban una profunda tensión interna y nos trasladaron su estrés. Los nadadores especialmente. El waterpolo lo tenía más claro, sabía que podían alargar más el descanso y luego ponerse rápido en forma. La sincro vive en esa burbuja en la que siguen entrenando como en el CAR.

El Open de España está pospuesto, el Europeo de Natación está programado para agosto y el Mundial de 2021 no tiene fecha. ¿Cómo se ordena todo esto?

Todo dependerá de la decisión de la FINA sobre el Mundial. Los deportistas abogan por 2022 para ir más tranquilos, y eso perjudicará a Europa, que tiene programados campeonatos para ese año. Nuestro campeonato de España queremos hacerlo en verano si hay unas condiciones mínimas de entrenamiento. Y el Europeo no se podrá hacer en agosto, puede desplazarse a octubre. No está decidido. Hay una gran desigualdad en Europa. No todos los países están en la misma fase del Covid-19, y eso es un problema para que todos puedan entrenarse igual.

Finalmente las ligas de waterpolo no se acabarán...

Los clubes y todos estaban por la labor de terminarlas, pero finalmente no puede ser. Al no haber competiciones internacionales podíamos alargarlo a julio. No obstante, cada club tiene sus problemas.

¿Y la Champions?

Es imposible que se acabe la fase regular. Todos están de acuerdo en que se dispute la final a ocho con la clasificación actual, pero el Recco (Génova), no podrá albergarla. Tenemos equipos húngaros, españoles, griegos, croatas, italianos… Hay que ver dónde se organiza y que todos puedan entrenar en igualdad.

Hablaba antes de los clubes, ¿qué le transmiten?

Para ellos esta situación es terrible. Sobre todo para aquellos que viven de sus recursos propios, como ocurre en Valencia, Madrid o Barcelona. Ahora no generan actividad, pierden el ingreso de los socios y tienen que hacer un ERTE. Si dura mucho, es como empezar de cero. A medio plazo perderán sus programas de entrenamiento también. Los clubes más modestos, que viven de subvenciones, tienen aquí más facilidad. Nosotros, como Federación, tampoco podemos ayudarles mucho.

¿Por qué?

Hablamos de 500 clubes. Imagínese que destinamos 500.000 euros en ayudas, pues tocarían 1.000 euros por club. Nosotros también tenemos una merma de recursos: menos licencias, menos cursos de formación… Pero con la ayuda del CSD, que mantendrá la misma ayuda, evitaremos tomar medidas en técnicos y trabajadores. Eso está asegurado.

Todos los técnicos finalizan contrato el 31 de diciembre, ¿cómo gestionará su prórroga un año más?

Primero haremos las elecciones a la RFEN. El proceso empieza el 17 de septiembre y finaliza, si no recuerdo mal, el día 18 de diciembre. Si salgo ganador, tendremos que volver a negociar, pero mi idea es que todos sigan un año, como es lógico. Hay que darles tranquilidad.

Están celebrando el centenario de la RFEN. ¿Cómo les afecta este receso económico y de actividad?

Es un gran contratiempo. Habíamos hecho un logo y un libro sobre estos cien años. Pero quizás no podremos hacer la gran gala que teníamos pensada. Hay que priorizar.