Drew McIntyre y la 'Firefly Fun House' triunfan en la segunda noche de WrestleMania 36
McIntyre se proclamó campeón de la WWE al derrotar a Lesnar y el formato de la lucha entre John Cena y Bray Wyatt impresionó a todos los fans en WrestleMania 36.
En los tiempos que corren, hacer que las personas se olviden de todo y se centren en un producto es difícil. La WWE hizo una apuesta arriesgada manteniendo WrestleMania 36. Quería ser una válvula de escape y lo fue con buenos combates y también con producciones completamente diferentes que dejaron a los fans boquiabiertos. Por primera vez repartió su magno evento en dos noches. La primera maravilló con el Boneyard Match que Undertaker ganó a AJ Styles. En la segunda dio una vuelta de tuerca más. Se la jugó y triunfó. El combate denominado ‘Firefly Fun House’ entre John Cena y Bray Wyatt resultó ser una obra cinematográfica excelsa. De hecho, las redes sociales no tardaron en reclamar un Emmy para la WWE por su obra.
El personaje de Wyatt acostumbra a un formato, llamado ‘Firefly Fun House’, en el que deja clara su bipolaridad, algo que encandila en Estados Unidos. Los creativos lo llevaron a la máxima expresión. Recordaron momentos históricos de Cena, de la WWE, pero que acabaron protagonizando Cena y Wyatt. Todo hasta que ‘The Fiend’ apareció, pero antes Wyatt desveló que hizo todo esto por la derrota que tuvo ante John Cena en WrestleMania 30. Eso cambió todo. Seis años más tarde pudo vengarse. En un formato completamente inesperado y que no se hubiese producido sin la pandemia de coronavirus que obligó a cambiar todo. Se hizo y el giro fue brillante.
En lo más deportivo, el gran triunfador fue Drew McIntyre. Ganó el Main Event a Brock Lesnar después de dar una cátedra de sufrimiento. Embestidas, suplex y tres ‘F5’ resistió del campeón. Lo desesperó y aprovechó su momento. Con dos ‘Claymore’ al fin se quitó la vitola de promesa. Otro de los momentos de la noche tuvo presente a una leyenda, Edge. El canadiense se vio obligado a retirarse hace nueve años por una lesión y tras volver en Royal Rumble tuvo su primer combate individual. Construyó un feudo muy bueno con Randy Orton y lo pusieron un gran broche de oro. La estipulación de ‘El Último Hombre en Pie’ les venía a ambos bien. Ninguno se guarda nada y tienen ideas que encandilan a los fans. Las aplicaron. Lucharon por todo el Performance Center, realizando movimientos increíbles. Todo comenzó un RKO de Orton a lo zorro, ya que se vistió de cámara y apareció por la espalda. Tras media hora, se resolvió sobre el techo de un camión que había aparcado. Edge lo pasó muy mal, parecía KO, pero renació con un mataleón que dejó KO a Randy. Lo remató con un sillazo, como el que la ‘Víbora’ le castigó hace semanas.
La noche en el roster femenino también fue de gran nivel. Charlotte Flair y Rhea Ripley abrieron el show con un combate espectacular. La ‘Reina’ se proclamó campeona de NXT, logrando su undécimo reinado. No fue una pelea nada fácil. Ripley demostró que está al nivel de las mejores y vendió caro su cinturón. Flair tuvo que tirar de experiencia, trabajar una de las piernas de su oponente y buscar reiteradamente la Figura 4. Cuando llegó pudo llegar a la Figura 8 y logró poner punto final al pleito. Mientras, por el Campeonato de SmackDown la ecuación se resolvió sin sorpresa: no hubo traición y Bayley sigue como campeona. Sasha Banks, aunque tuvo un momento de tensión, Sasha ayudó a su amiga. Tamina fue la primera eliminada, después fue el turno de Naomi y cuando quedaban tres, Bayley se equivocó y pegó un rodillazo a Banks. Se lo recriminó y Evans lo aprovechó. Duro mano a mano que se resolvió con la intervención de Banks, quien salvó a Bayley cuando peor lo estaba pasando. La californiana sigue reinando, pero su relación puede verse afectada.
En el otro título de la noche, Street Profits (Angelo Dawkins y Montez Ford) mantuvieron los cinturones de parejas de Raw. Tuvieron un bonito combate ante Ángel Garza y Austin Theory, pero un vuelo de Ford dejó KO a Theory y Dawkins lo supo aprovechar. Otro de los momentos de la noche fue la victoria de Otis sobre Dolph Ziggler. Recibió la ayuda de Mandy Rose, quien se sintió traicionada por Deville y Ziggler y les atacó. Después, Rose y Otis se besaron. Solo faltó el público celebrándolo para que la fiesta fuese completa… aunque cada uno en su casa, lo hicieron. En los otros combates de la noche, Aleister Black ganó a Bobby Lashley y Natalya a Liv Morgan en el kickoff. Además, el anfitrión de WrestleMania, Rob Gronkwoski tuvo su momento, ya que logró arrebatar el Campeonato 24/7 a Mojo Rawley, quién el sábado había destronado a R-Truth.