Remontada épica de Larrazábal para ganar el Alfred Dunhill

Pablo Larrazábal llegó a pensar que tenía que seguir esperando, pero no... Ganó el Alfred Dunhill de Malelane (Sudáfrica) de una manera emocionante, en la que dilapidó una ventaja de tres golpes, cayó hasta tres abajo y cuando todo parecía perdido remontó hasta la victoria con -8, con un golpe de ventaja sobre el sueco Sjoholm.

Lo dicho, el día comenzó torcidísimo. Larrazábal arrancaba en -11 y el segundo era el neerlandés Besseling en -8. En el hoyo 1 un bogey, en el 3 otro, uno más en el 5, un doble en el 7 y dos bogeys más en el 8 y 9. Una sangría en la primera parte del campo. Un parcial de +6 y la moral muy baja, pero...

Larrazábal, de 36 años, es un golfista diferente, capaz de dilapidar una ventaja así y a la vez no venirse abajo. Llegó un birdie en el 11. Esperanza, porque los que iban por delante suya no se escapaban a pesar del bogey en el 13. Llegaba el 15 y Larry seguía a tres de cabeza. Lo normal era darlo todo por perdido. Pero llegaron dos birdies seguidos. E igualó en -7 a Sjoholm. ¿Remontada? Sí. En el 18 la concretó con un birdie apoteósico.

Larrazábal después reveló que había tenido problemas: "Me desperté por la mañana y no sabía si iba a jugar. Tengo una ampolla gigante en un dedo del pie derecho. No podía ponerme el zapato, no podía caminar hacia el buggy. Me dije a mí mismo 'Si Tiger puede ganar un Abierto de los Estados Unidos con una pierna rota ...' y simplemente peleé duro".

Es la quinta victoria de Larrazábal en el European Tour y la primera en los últimos cuatro años, porque la última fue en 2015. En el BMW de Múnich, un torneo que ganó dos veces, además de Abu Dabi y el Open de Francia. Ahora llega este título. "Es muy importante para mí ganar de nuevo, juego a golf muchas horas y es para lo que trabajo. Fueron cuatro años muy duros, hubo momentos en los que pensé en dejar la competición un tiempo".