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RUGBY | MUNDIAL

¡Uruguay nomás!

Unos Teros épicos vencen a Fiyi en su debut mundialista con ensayos de Arata, Diana y Cat. Ya miran al tercer puesto del grupo D, que clasifica para Francia 2023.

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¡Uruguay nomás!
PETER CZIBORRAREUTERS

Apelando a la épica, al espíritu guerrillero y combativo que está en la raíz misma de la República y del que sus deportistas han hecho bandera, Uruguay venció a Fiyi en su debut en el Mundial de Japón (27-30). Es el tercer triunfo del país sudamericano en las cuatro citas mundialistas que lleva disputadas hasta la fecha y, como todos los anteriores, vino cargado de emociones.

Todas resumidas en una imagen: un miembro del cuerpo técnico de los Teros deshaciéndose en lágrimas abrazado a uno de sus jugadores al término del partido. Porque la victoria de este miércoles es un espaldarazo tremendo a la gestión de un país que, siguiendo la estela Argentina, se ha convertido en el gran polo de desarrollo del rugby en el Cono Sur. El apoyo gubernamental y de World Rugby, el Centro de Alto Rendimiento, el Charrúa, las competiciones internacionales, la cobertura televisiva... La inversión en rugby de Uruguay sigue repartiendo dividendos.

Santiago Arata, Manuel Diana, Juan Manuel Cat y Felipe Berchesi serán nombres celebrados largo tiempo en el imaginario uruguayo. Como Dorado, Cea, Iriarte y Castro; como Schiaffino y Ghiggia. Ellos fueron los autores de los puntos uruguayos en el Estadio Memorial Kamaishi Recovery, un coqueto enclave levantado en el lugar donde se erigía una escuela hasta que en 2011 fue devorada por el tsunami que asoló las costas japonesas. Los ciudadanos de Kamaishi, que en ocho años ha pasado de zona cero de una castástrofe a sede de un Mundial, pedían que el partido honráse el espíritu del rugby y vaya que sí lo hizo.

Uruguay salió a poner orden en el desorden fiyiano y lo consiguió. Amasó la almendra (59% de posesión) y a partir de ahí corrió más que Fiyi (687 metros ganados por 300), ganó más veces la línea de ventaja (15 por 4), batió más defensores (48 por 16) y hasta se permitió dominar las descargas ante los reyes de las descargas (22 por 7). Ver para creer.

El desconcierto de los oceánicos fue palmario en la segunda parte, a la que se había llegado con 12-24 tras los posados de Dolokoto (7') y Mawi (18') para ellos y de Arata (13'), Diana (21') y Cat (25') para los Teros. Ratuniyarawa ensayó en el 47' y dejó a los fiyianos a siete puntos. Respondió el pie inmaculado de Berchesi en el 60' y Matawalu acercó de nuevo a los suyos seis minutos después con otro posado. Eran cinco puntos de diferencia con 14 minutos por jugarse y una Fiyi herida cargando con todo.

Pero no fue suficiente. Uruguay se templó y con paciencia supo llevar el oval a campo rival, jugar fases, matar el tiempo hasta que llegó el golpe de castigo, en el 75'. Berchesi tampoco falló y Matawalu, ya con el tiempo cumplido, consiguió un ensayo que nadie recordará. En Kamaishi, y en muchas otras partes del globo, para entonces ya sólo se escuchaba el grito lanzado a cámara por Santiago Arata al término del partido: "¡Uruguay nomás!".