A la novena edición, la Copa del Mundo de rugby pisará tierra virgen, terreno por explotar. Asia, el único de los cinco continentes que no aloja a ninguna de las diez primeras potencias del mundo oval, acogerá por primera vez un Mundial, el que arranca este viernes 20 de septiembre en Japón y finalizará el sábado 2 de noviembre tras 48 partidos (puedes consultar el calendario aquí). En su lógica expansora, un evento que en 2015 vendió 2,47 millones de entradas, atrajo millones de fans (incluidos unos 460.000 de fuera) a Inglaterra, la sede, y congregó a unos 120 millones de personas frente al televisor para presenciar la final ganada por Nueva Zelanda a Australia, según datos de la organización, se abre ahora definitivamente a un mercado de más de 4.500 millones de personas con grandes expectativas de seguimiento y crecimiento.
Serán 20 equipos en total los que acudan a la cita. Ocho europeos, Irlanda, Escocia, Gales, Inglaterra, Francia, Georgia, Italia y Rusia (ocupando la plaza que en un principio habría correspondido a España antes del escándalo de Bruselas y la sanción posterior por alineaciones indebidas); cinco oceanicos, Nueva Zelanda, Australia, Samoa, Tonga y Fiyi; cuatro americanos, Argentina, Uruguay, Canadá y Estados Unidos; dos africanos, Sudáfrica y Namibia, y un asiático, el anfitrión.
El torneo será la antesala a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Los organizadores prevén que genere un impacto de 437.200 millones de yenes (3.705 millones de euros) en el país nipón. Hay más de 3.000 periodistas acreditados, 13.000 voluntarios y más de 400.000 turistas extranjeros. "Habíamos hecho previsiones aproximadamente de un 25% inferior en ingresos comerciales y vamos a superar los de Inglaterra", afirmó el director general de World Rugby, Brett Gosper. Es el tercer evento más importante por detrás del Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos.
Grupo A
Irlanda y Escocia son claros favoritos a pasar a cuartos como primero y segundo, respectivamente. La tercera plaza, que clasifica automáticamente para el próximo Mundial, estarían destinados a jugársela Japón y Samoa, sin descartar que puedan dar algún susto a los europeos. Sería una hazaña para Rusia ganar algún partido.
Grupo B
Nueva Zelanda y Sudáfrica, salvo hecatombe, se repartirán las dos primeras plazas. El orden lo determinará el primer partido del grupo, que disputarán ambos ya el sábado 21. Italia no debería sufrir para quedarse la tercera plaza ante Namibia y Canadá.
Grupo C
Será más encarnizado. En principio Inglaterra es superior a los otros dos aspirantes a pasar a cuartos, Francia y Argentina, y viene prevenida de su eliminación en grupos en el anterior Mundial, disputado además en casa. Lo que sí está claro es que difícilmente Tonga y Estados Unidos podrán aspirar a algo más que el cuarto o quinto puesto.
Grupo D
Australia y Gales parten con ventaja pero también con poco margen para la autocomplacencia ante equipos incómodos como Georgia o Uruguay y la exhuberante Fiyi, que debería pelear a priori con los georgianos por la tercera plaza. Segundo Mundial seguido para los Teros, que apuntan a últimos de grupo pero se consolidan como la gran nación emergente de Sudamérica.
Nueva Zelanda
Que quedasen terceros y ganasen un partido de tres en el último Rugby Championship, concebido por Steve Hansen más como un banco de pruebas que como un objetivo competitivo, no es un argumento sólido para desbancarles de la primera posición en la lista de favoritos. De hecho, lejos de una rémora puede ser un acicate para ellos. En el ciclo ganador que incluye dos mundiales desde 2011 han sumado además seis títulos en el Rugby Championship y han tenido momentos de excelencia increíbles como su racha de 18 partidos invictos entre agosto de 2015 y octubre de 2016. Acostumbran a la cuasi perfección y por eso cualquier tropiezo suyo se magnífica, pero siguen siendo el equipo con más recursos y talento en todas las líneas. Y tienen a Beauden Barrett.
Gales
A finales de agosto, con su victoria en un test ante Inglaterra, desbancaron a Nueva Zelanda de la primera plaza del controvertido ranking mundial, que los All Blacks ocupaban ininterrumpidamente desde noviembre de 2009. Llegan como campeones del 6 Naciones con Grand Slam (pleno de victorias) incluido y sus primeros espadas, con el incombustible Alun Wyn Jones a la cabeza, en muy buen estado de revista si exceptuamos las baja por lesión de Faletau y Anscombe. Sólo han llegado a semifinales dos veces, en 1987 y 2011, y en su apuesta por volver a estar en la pomada el seleccionador Warren Gatland, ante su última cita al mando del Puerro, no deja nada al azar. Hasta se han entrenado con ovales cubiertos de aceite para bebés para aclimatarse a la humedad de Japón.
Inglaterra
El fiasco del anterior Mundial, eliminados en fase de grupos en su casa, fue un trauma que llevó a la contratación de Eddie Jones, el primer seleccionador extranjero de su historia, y del que el XV de la Rosa lleva cuatro años recuperándose. Esta cita es una suerte de catarsis para un equipo que desde aquello ha ganado dos de los cuatro 6 Naciones en juego, el de 2016 con Grand Slam incluido. Quizá ese fue el mejor año bajo la batuta del australiano, del que se especuló con una posible marcha tras el Mundial desmentida después por Bill Sweeney, jefe ejecutivo de la Federación Inglesa. Si son consistentes, una cualidad que no siempre han exhibido últimamente, tienen argumentos para pelear el título. Siguen siendo el único equipo campeón (2003) del hemisferio norte hasta la fecha.
Sudáfrica
Los Springboks están de vuelta. El nuevo ciclo iniciado con la contratación de Rassie Erasmus el año pasado ya da frutos. Vigentes campeones del Rugby Championship diez años después de su último título, con el ex de Munster o de los Stormers se ha visto la mejor versión de Pollard y ha habido apariciones interesantes como las de Herschel Jantjies o Cheslin Kolbe. Con él Siya Kolisi se ha convertido en el primer capitán negro de la historia de Sudáfrica, una decisión que por otra parte responde también a razones políticas sin que eso vaya en demérito del flanker. Tiene un pack de delantera de primer nivel en todas las líneas y velocidad y capacidad de sorprender en sus tres cuartos. Les penaliza estar en el grupo B con Nueva Zelanda de cara a los cruces, aunque puede mirar de tú a tú a cualquiera.
Irlanda
Han sido mucho más aspirantes durante todo el ciclo mundialista que en la recta final hacia el arranque del torneo, el último del neozelandés Joe Schmidt al frente. Sus victorias contra Nueva Zelanda en 2016 y 2018 han sido los picos en una trayectoria que tiene su última piedra de toque en la estrepitosa derrota (57-15) ante Inglaterra en Twickenham en los tests de agosto. En ese partido se vio un equipo que hacía aguas en el abierto tras las fases estáticas, menos fiable de lo que acostumbra en la touch y con poca fluidez en el juego a la mano más allá de la ausencia de Sexton y una tercera línea mermada. Si vuelven a su versión de 2018, con título y Grand Slam en el 6 Naciones, deberían al menos romper su techo de cristal histórico: los cuartos de final.
Beauden Barrett (Nueva Zelanda, apertura, 28 años, 78 partidos internacionales)
Es el As por excelencia de este Mundial (1,87 metros/91 kilos), que encara ya sin la sombra de Dan Carter proyectándose sobre él como en 2015. Desde esa edición, el que ya es uno de los grandes 'dieces' de la historia por derecho propio ha ganado tres veces el Rugby Championship, dos veces el premio al mejor jugador del año (2016 y 2017) y una vez el Super Rugby con los Hurricanes, con los que además ha llegado a batir el récord de puntos anotados (1.244) antes de firmar por los Blues para la próxima temporada. Steve Hansen, seleccionador neozelandés, podría mezclarle en este Mundial con otro espléndido apertura como Mo'unga, combinación que de hecho ya ha probado en el último Rugby Championship con Beauden como zaguero. Y eso sólo puede afilar aún más el ataque de los All Blacks
Owen Farrell (Inglaterra, apertura, 27, 73)
El 10 de los Saracens enterró las expectativas que pretendían convertirle en el nuevo Wilkinson y decidió fabricarse su propia historia. Y lo cierto es que, desde entonces, le ha ido muy bien. Campeón cuatro veces de la Premiership y tres de la Champions con su club, ha sido nominado tres veces ya a mejor jugador del planeta, todas sin premio, y ha participado en dos tours de los British & Irish Lions. Tanto se ha ganado el respeto de sus compañeros de selección que pocos dudaron de su capacidad para asumir la capitanía del equipo en detrimento de Dylan Hartley en el último 6 Naciones, un torneo que el de Manchester ha ganado dos veces. Quirúrgico en el pateo y valiente en el placaje con sus 1,88 metros y 96 kilos), ha ido mejorando su lectura de juego hasta convertirse en lo que es hoy, uno de los tres mejores aperturas del mundo y el segundo máximo anotador de puntos (817) de la historia del XV de la Rosa, ya sólo por detrás de Wilko. Mejora cuando Eddie Jones emplea un esquema de dos aperturas ubicándole a él en el 12 y a George Ford en el 10.
Jonathan Sexton (Irlanda, apertura, 34, 84)
Otro apertura, sí. Y uno que, a sus 34 años, seguramente esté ante su última Copa del Mundo y su última oportunidad de romper el techo de cristal de Irlanda, que nunca ha alcanzado las semifinales en una cita mundialista. El heredero de O'Gara, el único que le supera ya en puntos anotados con el Trébol (1.083 por 765), nombrado mejor jugador del año en 2018, la temporada de su drop ante Francia, en París y con el tiempo cumplido, para dar a su equipo el primer triunfo de un 6 Naciones que a la postre se tornó en título (su tercero) y Grand Slam para los irlandeses. Con Leinster, el club en el que ha prestado sus servicios toda la vida salvo un paréntesis en el Racing 92 de París entre 2013 y 2015, ha ganado cuatro veces la Champions y otras tantas el Pro 14. Dos tours con los British & Irish Lions, los de 2013 y 2017 (el primero, en Australia, con serie victoriosa), completan la envidiable hoja de servicios de Johnny.
George North (Gales, ala, 27, 86)
Que haya perdido peso específico tras mucho tiempo mermado por las lesiones no significa que no sea uno de los jugadores más determinantes del panorama internacional. Los datos le respaldan: 38 ensayos en 86 partidos con Gales y a por su tercer Mundial sin haber llegado a la treintena. Es el tercero que más ha posados ha conseguido en la historia del Puerro, a 20 del posiblemente inalcanzable Shane Williams. Con la selección, además, ha ganado tres veces el 6 Naciones, dos de ellas con Grand Slam. Tras un periplo de cinco años en Northampton (ganó una Premiership), volvió al Principado con Ospreys el año pasado ("Se puede ver en mi lenguaje corporal, en la forma de jugar, que es mejor para mí estar aquí", dijo) y ya se dejó ver más en el último 6 Naciones: firmó dos ensayos y fue el tercer mejor 'pescador' del torneo (5 robos), pese a no ser ese uno de sus principales cometidos.
David Pocock (Australia, flanker, 31, 77)
Otro cuerpo castigado (dos roturas del cruzado, entre otras lesiones, en 2013 y 2014) que en mayo anunció su retirada de los Brumbies del Super Rugby tras no poder disputar más que tres partidos en la pasada temporada. Desde entonces ha estado centrado exclusivamente en llegar sano a su tercer y último Mundial (también dejará la selección, que ha capitaneado en múltiples ocasiones, tras la cita) y ya tuvo minutos en el último amistoso de preparación de los Wallabies ante Samoa el pasado fin de semana. Si luce a su nivel forma con Michael Hooper una tercera granítica y letal en el breakdown, una de las más dominantes del planeta. Dos Rugby Championship adornan el palmarés de uno de los grandes flankers de siempre, ahora ante su último gran baile.
Finn Russell (Escocia, apertura, 26, 46)
Menos físico que otros homólogos de esta lista como Farrell o Sexton, quizá sea el que tenga más flair, más talento, de los tres. Su estado de forma es el termómetro perfecto de Escocia y sus apagones, fatales para el Cardo. Sensiblemente mejor en el pateo con el paso del tiempo y poseedor de una visión de juego notable, si gana consistencia tiene poco que envidiar a otras figuras de primer nivel. Trabajó como albañil en su juventud antes de conseguir su primer contrato profesional con los Glasgow Warriors, con los que ganó el Pro 14 en 2015. El año pasado dio el salto al Racing 92 de París, uno de los poderosos de Europa. Bajo su mando, Escocia ha ganado dos años seguidos la Calcutta Cup a Inglaterra tras nueve ediciones seguidas perdiendo.
Damian Penaud (Francia, ala, 22 años, 13 partidos internacionales)
Primer mundial para este escurridizo y técnico ala que viene siendo de lo poco salvable de la Francia de Brunel en los últimos tiempos. De momento se ha convertido en dueño indiscutible del flanco derecho del ataque francés pese a su corta edad y viene de ser el segundo máximo anotador de ensayos del Gallo en el 6 Naciones (2), el quinto que más metros ganó en el torneo (279) y más defensores batió (14) y el sexto con más roturas de la línea defensiva rival (7).
Josh Adams (Gales, ala, 24, 14)
El mejor tryman galés del último 6 Naciones, tres ensayos, y uno de los jugadores más desequilibrantes de la cita con 9 roturas limpias, se ha asentado en el ala izquierdo de Gales, con la que brilló en el Mundial sub-20 en 2015. Gran finalizador y con una arrancada muy explosiva, esta cita puede suponer su consagración.
Matteo Minozzi (Italia, zaguero, 23, 13)
Seguramente la gran irrupción del 6 Naciones 2018 (cuatro ensayos en cinco partidos) y una inyección de talento para una Italia estancada en su proyección internacional los últimos años. Lesionado de gravedad, se ha pasado en blanco casi todo el año, preparando su debut en una Copa del Mundo casi con toda seguridad de escaso recorrido para su selección pero que le va a proporcionar un gran escaparate en los partidos de fase de grupos ante Nueva Zelanda y Sudáfrica. Ha cambiado el Zebre italiano del Pro 14 por los Wasps de la Premiership inglesa para la próxima temporada.
Tom Curry (Inglaterra, flanker, 21, 13)
Él y Sam Underhill, compañero de quinta y línea, son los "kamikaze kids" de Eddie Jones. Defensores implacables (Curry ha sido el máximo placador del último 6 Naciones) y portadores muy seguros con muy poca o ninguna consideración por su integridad física. Fueron pilares en el demoledor triunfo de Inglaterra sobre Irlanda en un amistoso de preparación en Twickenham el pasado agosto y con Billy Vunipola en el ocho pueden formar una tercera de metacrilato en Japón.Delante de ellos en la melé, más madera con 'El Elegido', Maro Itoje, también ante su primer Mundial con 29 caps y un tour de los Lions ya a sus espaldas.
Kazuki Himeno (Japón, flanker, 25, 12)
Uno de los principales activos del equipo anfitrión. Tercera con capacidad para desequilibrar y 'pescar' balones en el breakdown. Seguramente este sea el último mundial del capitán japonés Michael Leitch e Himeno está destinado a sucederle. De momento presta sus servicios en el Toyota Verblitz de su país.
James Ryan (Irlanda, segunda línea, 23, 19)
La gran segunda línea que formaron durante muchos años en Irlanda Paul O'Connell y Devin Toner ha encontrado un buen primer heredero en el de Leinster. De momento no encuentra acompañante fijo, con Beirne, Henderson y Kleyn como opciones para este Mundial, que puede consolidar definitivamente a este físico privilegiado (2,03 y 113 kilos) como uno de los mejores del mundo en su puesto.
En el apartado de ausencias, motivos diversos han privado del Mundial a varios jugadores de primer nivel. Por lesión, se han quedado fuera de sus respectivos equipos el primera Dylan Hartley (Inglaterra); los terceras Sean O'Brien (que junto a las bajas de Leavy y Jordi Murphy deja tocada esa línea irlandesa) y Taulupe Faletau (Gales) o el polivalente apertura Damian McKenzie (Nueva Zelanda). Decisiones técnicas de sus seleccionadores han dejado en casa al pilier neozelandés Owen Franks, víctima de la renovación en la primera All Black; al sempiterno segunda irlandés Devin Toner, superado en una controvertida decisión de Joe Schmidt por el recientemente nacionalizado Jean Kleyn; el medio melé inglés Danny Care, 84 caps sustituidas por Willi Heinz, que hizo su debut internacional con 32 años y ante Gales en agosto; el ala neozelandés Ngani Laumape, sin sitio en el back three de Steve Hansen, o el centro escocés Huw Jones, adelantado en la carrera mundialista por Peter Horne, Duncan Taylor, Chris Harris y Sam Johnson como el ala Santiago Cordero en Argentina o el zaguero Mike Brown en Inglaterra.
Tampoco estarán el tercera All Black Liam Squire, que tras varias lesiones y problemas personales le dijo a Steve Hansen que "no estaba preparado" para volver al rugby internacional, aún. Ni el segunda australiano Will Skelton, inelegible por los Wallabies al jugar ahora en los Saracens ingleses, donde ha recuperado su mejor forma provocando que Michael Cheika intentara impedir su renovación para traerle de vuelta al Super Rugby de cara a la próxima temporada, lo que le habría permitido incluirle en los planes mundialistas. El ala sudafricano Aphiwe Dyantyi, premio al jugador revelación de World Rugby el año pasado, se queda sin Mundial tras dar positivo por esteroides anabolizantes en julio y el poderoso zaguero Israel Folau, uno de los jugadores franquicia del equipo australiano, por cargar otra vez contra los homosexuales y otros colectivos en sus redes sociales apoyándose en su ferviente cristianismo, lo que le valió la rescisión de su contrato por parte de la Federación Australiana y los Waratahs del Super Rugby.
Sapporo Dome
Sapporo. 41.140 espectadores. Diseñado por el arquitecto japonés Hiroshi Hara, fue inaugurado en 2001. Ha sido sede en el Mundial de fútbol de 2002 y de varios partidos de la selección japonesa. Su plancha de césped retráctil permite conservarlo mejor y la realización de otros eventos, como conciertos.
Estadio Memorial Kamaishi Recovery
Iwate. 16.334 espectadores. Abrió sus puertas en 2018 para ser sede del Mundial tras quedar gravemente afectado por el terremoto de Tohoku en 2011. Es la que dispone de menos aforo.
Kumagaya Rugby Ground
Kumagaya. 25.600 espectadores. Obra de la Shimizu Corporation, fue inaugurado en 1991 y se acometió un proceso de renovación en 2016 para dejarlo listo para esta cita. Es el hogar de los Panasonic Wild Knights de la Top League japonesa.
Hanazono Rugby Stadium
Higashiosaka. 24.000 espectadores. Terminado en 1929 y renovado en 2018, es el estadio dedicado a rugby más antiguo de Japón y normalmente acoge a los Kintetsu Liners de la Top League.
Hakatanomori Football Ground
Fukuoka. 21.562 espectadores. Fue inaugurado en 1995 y es el hogar del Avispa Fukuoka de la segunda división japonesa de fútbol.
International Stadium Yokohama
Yokohama. 72.327 espectadores. Es el estadio más grande de Japón. Abierto desde 1998, fue sede en el Mundial de fútbol de 2002 y allí disputa sus partidos regularmente el Yokohama Marinos. Las semifinales y la final se jugarán en él.
Kobe City Misaki Park Stadium
Kobe. 30.132 espectadores. Otro de los recintos construidos para el Mundial de fútbol de 2002 que se aprovechan en esta cita y uno de los más punteros con su techo retractable. Acoge tanto a los Kobelco Steelers de rugby como al Vissel Kobe de Iniesta y David Villa.
Kumamoto Prefectural Athletic Stadium
Kumamoto. 30.228 espectadores. Se inauguró en 1998 y alberga también partidos de rugby y fútbol, en este caso los del Roasso Kumamoto.
Ogasayama Sports Park Ecopa
Shizuoka. 50.889 espectadores. También fue sede en el Mundial de fútbol de 2002 y de hecho llegó a albergar una semifinal. Inaugurado en 2001, es uno de los más grandes del país. El Júbilo Iwata y el Shimizu S-Puls ejuegan allí de locales.
Oita Stadium
Oita. 40.000 espectadores. Estilo domo, como el de Sapporo, abrió sus puertas en 2001 para la Copa del Mundo de fútbol de 2002. Look futurista y casa del Oita Trinita de la segunda japonesa de fútbol.
Tokio Stadium
Tokio. 49.970 espectadores. El de la capital, terminado en el año 2000 con el Mundial de fútbol de 2002 en el horizonte, será el tercer estadio más grande de este Mundial. El FC Tokio y el Tokio Verdy son sus inquilinos habituales y también ha albergado algún partido de rugby.
Toyota Stadium
Toyota. 45.000 espectadores. Otro de los que cuentan con techo retráctil y una estructura más rompedora. El Toyota Verblitz de la Top League de rugby juega sus partidos allí, así como el Nagoya Grampus Eight de fútbol.
Horarios
Este Mundial será uno matinal. La horquilla temporal de inicio de los partidos, siempre en la España peninsular, irá desde las 06:45 hasta las 12:45 en la fase de grupos y de las 09:15 a las 12:15 en las eliminatorias. El partido inaugural, el viernes 20 de septiembre entre Japón y Rusia, será a las 12:45 y la final se disputará el sábado 2 de noviembre a las 10:00 si los horarios no sufren ninguna variación. En Argentina y Uruguay la horquilla horaria de kickoffs irá de las 01:45 a las 07:45 en fase de grupos y de 04:15 a 07:15 en las eliminatorias.
Televisión
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