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UFC

Dustin Poirier, con "dos motivos" para sorprender a Khabib

Dustin Poirier se enfrenta a Khabib Nurmagomedov este sábado en el UFC 242. El estadounidense es campeón interino del ligero y va muy por detrás en las apuestas.

Actualizado a
Dustin Poirier, en un entrenamiento público antes del UFC 242.
Getty Images

Anthony Pettis, Justin Gaethje, Eddie Álvarez y Max Holloway, este es el camino que ha llevado a Dustin Poirier a enfrentarse a Khabib Nurmagomedov por el campeonato absoluto (él tiene el interino) del peso ligero. Las últimas peleas del estadounidense son de nivel y en todas ha mostrado unas grandes cualidades. Pese a todo, para la pelea de este sábado en el UFC 242, el peleador de Lousiana está muy detrás en las apuestas. El triunfo del ruso se paga a 1,22 euros por cada uno jugado, mientras que la victoria de Poirier sube hasta los 4,33. Pocos confían en él, pero el campeón interino llega muy confiado.

"Consistencia y confianza. Creo que esos son los dos motivos que me han hecho estar aquí. Voy a salir a pelear y hacer lo que nunca se ha hecho: poner una derrota en el récord de Khabib. Voy a demostrar a todo el mundo que si crees, trabajas lo suficiente, estás concentrado y decidido, esos 25 minutos serán geniales. Tengo la oportunidad real de ser grandioso. No dejaré que se me escape", apuntó Poirier a un mes de su combate con Nurmagomedov. Esos dos motivos le han llevado a estar rozando la gloria. Eso le sirve de acicate y en las horas previas lo ha vuelto a dejar claro.

"Cuando salga del octágono y gana a Khabib, la pregunta no será si soy el mejor peso ligero de la UFC, sino si soy el mejor peso ligero de la historia", apuntó en MMA Fighting. Su confianza es ciega, pero le hará falta mucho más para poder derrotar a Khabib. El ruso parece intocable. Una pelea en el striking, esa debe ser su hoja de ruta. El estadounidense ha logrado el 52% de sus triunfos por KO y es el punto más débil, si es que tiene alguno, del ruso. Es el teórico perdedor en las apuestas, pero no le importa. Consistencia y confianza, esas son las dos armas que espera que le sean efectivas en Abu Dhabi.