Carro rompe las reglas

Fernando Carro no para quieto. Vive a la velocidad con la que corre los 3.000 obstáculos. Hoy estará en la final de la Diamond League de Bruselas y mañana a las 19:00 con traje y corbata para ir a la boda de sus compañeros Riki y Elena. “Estará animado, pero merece la pena. Además, lo que soy se lo debo a mis amigos”, dice Carro, de 27 años, al que esta temporada todo le va rodado. Batió el récord de España de obstáculos (8:05.69) y después ha ganado todo lo que ha corrido: Superliga, Vallehermoso y Nacionales.

Hoy en Bruselas, en el icónico Estadio Balduino, se ve con kenianos (Kigen, Kipruto...), etíopes (Girma, Wale...) y con el marroquí El Bakkali, superélite planetaria, pero él ya es uno de ellos: su marca es la cuarta del ranking mundial. “Esto y el Mundial de Doha (desde el 27 de septiembre) es lo más gordo que hay. Estar aquí, y verme arriba, es el sueño que tuve toda mi vida”, cuenta en la pista de 200 de Suanzes, en la que se curtió de chaval.

Carro fue en 2018 plata europea y tenía de marca 8:19.30. Ahora ha roto los esquemas. ¿Y cómo ha sido? “La clave fue la continuidad, durante dos años pude entrenarme, mantener a raya las lesiones y, sinceramente, creo que antes valía más. Llevaba tiempo llamando a la puerta, desde hace cuatro años”, analiza el obstaculero, que a veces no corre con estilo demasiado ortodoxo. “Es que yo no paso valla, supero p...s obstáculos”, soltó en Instagram, algo irreverente, como si fuera una canción de hip-hop de CPV, su grupo de referencia.

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Como CPV, El Chojín... Carro se considera “de la calle” y, pese a su contrato con una gran marca, tiene mucho de aquel corredor sin espónsor que en 2017 corrió la Diamond con la camiseta del Suanzes : “Yo intento mantener la ilusión y el romanticismo, además me gustaría arrojar luz a un deporte como el atletismo que pasó épocas oscuras. Quiero ser un espejo real, no una figura de barro que se derrite con los años. Mi hermano escribió un libro llamado Figuras de sal, es lo que no quiero ser. Deseo llevar esa mochila, esa responsabilidad, y seguir firme”.

El efecto Carro se ha notado directamente en las pistas de Suanzes. “Esta todo reformado y cuando entré al cuartillo de la pista vi que todo estaba nuevo. Espero que las ondas de mi golpe hayan influido en eso”, reflexiona el atleta: “Han subido las fichas de manera exponencial y van a meter dos días más de clase. Ahora hay 11 entrenadores y en mis tiempos había dos: Pueyo e Isidro”. ¿Se ve allí en el futuro? “Cuando mi nivel de atleta baje seguro que iré a correr ligas y populares, con mi bocadillo de choriqueso y empanada”.

De cara a los Mundiales de Doha, se sincera: “Esta marca de 8:05.69 me abre puertas. Puedo tratar de tú a tú a los africanos. Quiero decirles: ‘Si tenéis un descuido lo voy a aprovechar’. Estaré preparado para carreras rápidas y lentas, aunque primero hay que llegar a la final”. Y antes, hoy la final de la Diamond League, un primer choque contra los mejores del mundo y después... una boda. Carro vive rápido, la fórmula para romper las reglas.