Johnson y Eddie Álvarez, a las finales del Grand Prix

One Championship no es un retiro dorado en Asia. Demetrious Johnson puede firmar esta afirmación y hacerlo además con todas las de la ley. El doce veces campeón de la UFC lleva dos peleas en su nueva empresa y ninguna ha sido fácil. En la primera pudo finalizar y en la segunda, este viernes en Manila, le tocó tirar de oficio y experiencia para derrotar, por decisión unánime, a Tatsumitsu Wada. Sufrió, porque japonés tuvo oportunidad incluso de someterle, pero fue capaz de frenar su empuje para meterse en la final del Grand Prix del peso mosca. Su rival será Danny Kingad, que derrotó por decisión dividida a Reece McLaren en el pleito anterior.

Johnson salió a lucir sus mejores características. Rápido, comiendo distancia, cambiando de guardia a la velocidad de la luz... maravilló de inicio. Intentó un agarre, pero quizá pelear en ring en lugar de en jaula (en One Championship pueden darse veladas en ambas) le pesó. Wada le dio la vuelta y llevó al suelo a Johnson. Intentó un mata león, movimiento con el que agotó el asalto, pero no le funcionó. Cualquier otro hubiese caído en la trampa... pero Johnson peleó calmado y eso le sirvió para resistir.

El segundo fue para el estadounidense. Se movió bien, pegó y salió de distancia con rapidez, acabando el asalto en el ground and pound. Descubrió que ese era el camino de la victoria y lo repitió en el tercer acto. Wada se defendía bien, pero Johnson le cazó con un codazo y le hizo una gran brecha. El médico revisó el corte, le permitió seguir y continuó el castigo del excampeón de UFC. En la parte final el japonés volvió a intentarlo pegado a las cuerdas, pero quedaba poco y Johnson tenía todo controlado. Mighty Mouse ya está esperando el siguiente reto.

Eddie Álvarez logró su primer triunfo en One Championship

Eddie Álvarez también se clasificó para la final del Grand Prix, en este caso del ligero. El estadounidense llegó de rebote, ya que perdió en los cuartos de final, pero varias lesiones le abrieron las puertas de nuevo. En la gran final el espera el turco Saygid Guseyn Arslanaliev. En Manila, Álvarez estuvo a punto de perder, pero logró voltear todo de modo brillante. Eduard Folayang, su rival este viernes, salió sin complejos. Ambos cruzaron golpes sin miedo y el filipino había pegado más duro. Folayang sacó una patada a la rodilla de Álvarez, quien cayó al suelo. Sintió el golpe, y se quedó a merced para el ground and pound. Logró girarse, ganar la espalda a Folayang y meterle su brazo derecho por el cuello para cerrar un mata león letal. Álvarez vuelve a sonreír.