Tokio 2020, el reto "antinatural" de Javier Gómez Noya
Con 36 años, ha vuelto con éxito al triatlón olímpico desde el ironman. Es cuarto en el Mundial, que intentará ganar, donde corre contra rivales 15 años menores.
Javier Gómez Noya, cinco veces campeón mundial de triatlón, afronta a sus 36 años un reto único, que él define como "antinatural". Tras dominar la distancia olímpica (1,5 km de natación, 40 en bicicleta y 10 corriendo) decidió en el invierno de 2017 abordar la larga (3,8 km en el agua, 180 de bici y como postre una maratón de 42 km), siguiendo las leyes fisiológicas que dicen que el cuerpo pierde explosividad y gana resistencia con la edad. Su vista estaba puesta en la meca, el Ironman de Hawái. Quedó 11º el pasado octubre… y pensó que debía hacer algo que no ha logrado nadie con éxito: bajar, intentar clasificarse para Tokio 2020 y colgarse un oro que se resiste.
En Pekín 2008 le atacó el flato (4º), en Londres fue plata y antes de ir a Río, donde era favorito, se rompió la cabeza del radio. "Uno mal, uno bien… Ahora toca bien", se ríe el gallego en la Blume madrileña, entre viaje y viaje. Pura disciplina. La leyenda es cierta: “Sí, cuando hay escalas largas aprovecho para rodar o correr un poco. Y si el aeropuerto tiene gimnasio, hago cinta. Hay que sacar tiempo de donde sea”.
"Claro que es antinatural", admite sobre su meta. "Pero no he estado tanto tiempo centrado en la larga. Seguí metiendo puntos de intensidad en el entrenamiento. Y la base que me ha dado es brutal, he mejorado en bici, me estoy sintiendo más fuerte y corriendo tampoco he perdido", avisa.
En su ausencia de las World Triathlon Series, que dan el título de campeón mundial, Mario Mola cogió su testigo tres años. Pero su retorno ha agitado el circuito. "No esperaba estar tan bien. Disfrutando, con un nivel tan bueno como hace unos años, y me hace ser optimista", explica. En Bermudas, en su reaparición, fue segundo; en Yokohama, cuarto, y en Leeds, tercero. Es cuarto en la general (único en repetir podio) y, además, logró el Mundial de Larga en Pontevedra y ha sido subcampeón europeo 70.3.
Ahora, lamenta haber descartado la primera parada de las WTS. El sábado sí estará en Montreal, en distancia esprint. "El objetivo es clasificarme para Tokio en el test que se hará allí en agosto (debe subir al podio). Pero estos buenos resultados me meten de lleno en la pelea por el Mundial. Ganarlo va a ser complicado, pero no lo descarto", amenaza a los rivales.
Ellos son gente como el francés Vincent Luis (29 años), los españoles Mola (29) y Alarza (28), el noruego Gustav Iden (23) o el nuevo fenómeno británico Alex Yee (20) que es quinto. "¡A algunos les saco 15 años y les doy guerra! Mi motivación sigue intacta y me entreno y cuido muchísimo. Además he tenido suerte con las lesiones", analiza Noya, que en diciembre se casó en Nueva Zelanda con la también triatleta Anneke Jenkins.
Pero su vista mira a Tokio. Por eso ya piensa en lo que se encontraría. "Competiremos a las 07:30, pero el calor y la humedad serán brutales. Así que haré entrenamientos específicos. Es un estrés extra para el cuerpo. Buscaremos sitios similares, o haré sesiones específicas en casa con rodillo reproduciendo las condiciones para que el cuerpo se familiarice con esa sensación desagradable", avanza. El viejo rockero, que toca la guitarra y cruza mensajes con Loquillo desde que grabaron juntos un anuncio, luce joven. Puro rock.
Javier Gómez Noya tiene una tarea más. Como embajador de la iniciativa de Bridgestone 'Persigue tu sueño, supera los obstáculos', se ha convertido en mentor del programa motivacional 'Héroes del día a día'. Supervisa, junto al exatleta Arturo Casado, el entrenamiento de diez personas afectadas por adversidades personales para que lleguen a correr el 20 de octubre la Carrera del CSIC. "Es algo que me llena, y más que aportar yo, me aportan ellos a mí con sus historias de superación", dice.