Gómez Noya: "Si voy a Tokio es para verme con los mejores"
El triatleta gallego, de 35 años, aparcará el 'ironman' para intentar retomar la corta distancia con la meta de llegar a los Juegos Olímpicos.
-Tras un 2018 en el que ha tenido una toma de contacto con el 'ironman', ¿cuáles son sus planes ahora?
-Voy a centrarme al menos hasta junio en la corta distancia, en las Series Mundiales. No estaré en Abu Dabi, pero sí quiero competir en Bermudas (27 abril), Yokohama (18 mayo) y Leeds (8 junio). Tras un año en larga, quiero ver cómo respondo en distancia olímpica y si me veo competitivo buscaré la clasificación para los Juegos de Tokio 2020, bien en el test olímpico en agosto de 2019 o por ranking. Al final se tratará de demostrar que soy uno de los tres mejores españoles.
-Estuvo en los 'ironmans' de Cairns (segundo) y de Hawái (fue undécimo), ¿qué balance hace de su estreno?
-Lo primero es que a Hawái volveré, aunque dependerá del rendimiento en corta distancia. Si todo va bien, será después de Tokio. 2018 fue un año diferente, de aprendizaje, cogí experiencia y refresqué la mente. En Cairns tuve un buen debut y en Hawái vi que es una prueba que hay que conocer, porque tiene unas características muy particulares, sobre todo a nivel atmosférico. Si cometes un error lo pagas caro. Fui muy rápido en la bici y luego me pesó.
-¿Y qué sería estar a un buen nivel en distancia olímpica para usted?
-Verme con posibilidades de estar con los mejores, yo no quiero ir a unos Juegos por ir. Después de haber conseguido una medalla olímpica (plata Londres 2012) se aspira a lo máximo. El bronce no lo firmo. Pero también sé el camino que tengo que seguir y los escalones que hay que ir cumpliendo. Y luego hay que tener un día perfecto. Hay que intentarlo.
-Regresa al Mundial de olímpica, que ganó cinco veces, y se las verá con Mola, tres veces vencedor. Él no estará tan contento de su vuelta...
-Mario sabe defenderse sólo (se ríe). Para mí, aunque sea más joven, es un referente porque es el mejor del mundo en distancia olímpica y el rival a batir. Somos buenos amigos, más allá de la rivalidad deportiva. Nos hemos visto ya en muchas peleas y antes del día clave hasta hemos entrenado juntos. También hay que mirar a Alarza, Schoeman, Luis, Birthwhistle...
-Una de las claves en su readaptación será pasar de entrenar largo a sesiones más explosivas de nuevo.
-Toca volver a la pista, a las series, a ir deprisa. Habrá intensidad y el cuerpo lo sufre. La gente tiende a pensar cuanto más largo, más duro, pero es más fácil lesionarse entrenando distancia olímpica. Haré el trabajo similar al de antes, incorporando algo nuevo. Ese fondo que gané en 2018, me permitirá centrarme en la velocidad.
-Usted es un triatleta que marca mucho las carreras, ¿cambiará la cara de las pruebas de Series Mundiales?
-Al final necesitas de aliados, hay corredores agresivos como los Brownlee, Blummenfelt... Tras haber estado un año apartado tengo ganas de volver a la pista azul de la ITU. Eso sí, son carreras con mucho estrés y tensión, mayor que el que hay en larga distancia. Son pruebas que las puedes odiar o amar. No hay termino medio. Espero que el cuerpo responda.