MacDonald, Machida y Archuleta, reyes de Bellator 222
MacDonald retuvo ante Gracie el título welter, Machida derrotó a Sonnen y Archuleta dejó el KO de la noche para después retar al nuevo campeón gallo, Horiguchi.
Todas las sensaciones que Rory MacDonald no encontró en su última pelea (Bellator 220, en el que hizo nulo ante Fitch) las tuvo multiplicadas por 100 en el Madison Square Garden de Nueva York. Su compañía visitaba 'el templo' por segunda vez en su historia y le dejaron el honor, junto con Neiman Gracie, de cerrar el show. Ambos ofrecieron un espectáculo acorde al lugar en el que estaban. Gracie, cuarta generación de luchadores de la familia que creó las MMA, llevaba invicto y tras la dudas del campeón en su anterior pleito había muchas voces que lo situaban con el cinturón. No será así. MacDonald bordó el combate y venció a los puntos por decisión unánime (49-46, 48-47 y 48-47) para conservar el título de Bellator del peso welter y pasar a la final del torneo de ese peso: Douglas Lima, le espera.
MacDonald recordó al de siempre. Gracie no tiene su fuerte en la lucha en pie y el campeón lo evidenció. Cuando intercambiaban golpes sólo llegaban de un lado, el suyo. Gracie, como era de esperar, intentó llevar la pelea al suelo. MacDonald lo trabajó y en los takedown y los intentos de sumisión siempre lograba zafarse y acababa mandando en el ground and pound. Ahí cimentó su victoria, porque salvo en el quinto asalto, en el que el brasileño se logró poner encima, no sufrió en exceso. Un intento de candado en la pierna y otro en el brazo fueron desechos pro el estadounidense y en los instantes finales del combates desarticuló el último, de nuevo en la pierna. Fue su peor momento de la pelea, pero supo aguantar y triunfar. El campeón de las grandes noches está de vuelta. La final del torneo del peso welter, su próxima parada.
Machida destruyó a Sonnen en su adiós
Dos históricos se cruzaban en el coestelar del Bellator 222 y cuando eso sucede el espectáculo está asegurado. Chael Sonnen salió a dar espectáculo. Presionó a Lyoto Machida desde el inicio, pero pronto descubrió que no era su noche. Ambos cruzaron varios golpes, pero solo llegaban los del brasileño. Por ello, el estadounidense quiso llevar al suelo la pelea... y Machida le recibió con un rodillazo. Sonnen estaba KO, pero logró sobrevivir. No lo pudo hacer tras llevarse el mismo golpe en el segundo round. Se terminaba el combate y, cómo afirmó después, su carrera. Con 42 años, y habiendo perdido cuatro de sus últimos seis pleitos, puso fin a su recorrido profesional en uno de los lugares más míticos de los deportes de contacto: el Madison Square Garden. Lugar especial para un personaje que siempre será recordado.
Archuleta, KO de la noche y reto público a Horiguchi
Juan Archuleta fue uno de los luchadores que entraron a última hora en Bellator 222. El californiano, de raíces españolas, aceptó subir una categoría de peso (y debutar en el pluma) y enfrentarse al excampeón gallo, Eduardo Dantas, para "no estar parado". La idea era opositar al supertorneo del peso pluma que va a hacer Bellator, pero tras noquear de manera brillante a Dantas, Archuleta fue claro: "Horiguchi no va a salir del estado con ese cinturón", espetó exultante. El japonés acababa de proclamarse campeón del peso gallo al derrotar a Darrion Caldwell. El nipón le ganó en diciembre, y en Nueva York supo frenar su empuje y percutirle con dureza en los agarres para llevarse el título por decisión unánime (48-47, 49-46, 49-46). Después, fue el turno de Archuleta.
The Spaniard mostró una gran velocidad e inteligencia. Se movía para no ser un blanco fácil, entraba y salía muy deprisa, lo que dificultaba a Dantas. El brasileño le cazó con un codo haciendo un reverso. Fue un golpe claro y Archuleta utilizó el agarre para recuperarse. En el segundo asalto tenía la lección aprendida y fue más cauto. Se quitó todos los golpes, ya fuese con bloqueo o esquiva. Él pegaba, y con un crochet hizo tambalearse al excampeón. No apretó, había tiempo. Dantas no lo sintió igual y en los instantes finales del round se fue a por Archuleta. Blocó californiano, pasó una mano y subió con un volado de derecha que un segundo antes de que la bocina sonase puso a dormir al brasileño. Es la 18ª victoria consecutiva para Juan Archuleta y él, reclamaba su oportunidad y se mostraba abierto a cualquier peso (gallo, pluma o ligero). La merece.