Namajunas, a consagrar su trono en Río de Janeiro ante Andrade

Nadie duda de que Rose Namajunas es la kryptonita de Joanna Jedrzejczyk. La seis veces campeona del peso paja se dejó el invicto ante Namajunas, por KO. Quiso su revancha y la tuvo. Rose no dejó nada a la improvisación y aunque en esa ocasión (UFC 223) el duelo se fue a las cartulinas, la nueva campeona ratificó que le tiene tomada la medida a Joanna y que su victoria no fue cuestión de suerte. Sin duda fue un refuerzo muy importante para ella, pero desde ese día (7 de abril de 2018) no se ha vuelto a meter en el octágono. Más de un año sin competir que finalizará este sábado en el UFC 237 que se disputa en Río de Janeiro. Llega con ganas de consagrar su reinado.

Namajunas, de 26 años, siempre se ha mostrado dispuesta a competir contra quién sea y donde sea, por ello aceptó el reto de la aspirante número 1, Jessica Andrade. La brasileña, de 27 años, peleará como local, lo que da un plus. Si Rose vence lo habrá hecho en casa de su rival. Pelear en Brasil contra un peleador de allí nunca es fácil y una victoria de esas características convertiría a la campeona en una monarca total. Ha demostrado que Jedrzejczyk (quien ha subido una categoría de peso) no tiene nada que hacer contra ella, pero debe mandar el mismo mensaje a toda la división.

Andrade, por su parte, no pelea desde septiembre, cuando noqueó en el primer asalto a Karolina Kowalkiewicz, quien curiosamente es la última luchadora que derrotó a Rose Namajunas, en el UFC 201 (julio 2016). Desde ese triunfo la campeona sólo ha disputado tres peleas, pero dos con títulos y ganado. Mientras, brasileña se presenta en el combate con una racha muy positiva. De sus últimas siete peleas sólo ha perdido una, ante Jedrzejczyk por el título. Por tanto, no será nueva la sensación para Andrade.

La pelea se presenta muy interesante. Namajunas tiene su principal fuerte en los agarres y la sumisión, mientras que las características de Andrade son de striker. Podría leerse como un choque de estilos, clásico, pero la campeona ha demostrado que no deja de evolucionar. En sus dos peleas por el título jugó a pelear en pie y maravilló en ambas. Su año sin competir no ha significado que no haya entrenado, lo que podría sacar a relucir más mejoras en su estilo. Pero Andrade está en la misma situación y en su última pelea demostró que capitaliza cada error. Eso y que pelea en casa hace que sea favorita en las apuestas por un ligero margen. Están casi empatadas, pero en la brasileña confían más los que se juegan su dinero. Namajunas está acostumbrada a ser la underdog, no le importa. Persigue el triunfo para consagrarse y demostrar que se equivocan.