Prograis se luce ante Relikh para alzar su primer Mundial

La primera edición de las World Boxing Super Series descubrió boxeadores con potencial para crear una época. En su segunda temporada ocurre lo mismo, y ya hay uno que ocupa todas las quinielas para dar el mayor salto a la fama de todos: Regis Prograis. El estadounidense ganó este sábado su en Lousiana su primer campeonato mundial (WBA) y accedió a la final del peso superligero tras exhibirse ante Kiryl Relikh, quien vivió un auténtico calvario, pero resistió en pie hasta que el árbitro en el sexto asalto decidió parar la pelea. Su inferioridad era clara y no había motivo para seguir con el castigo.

Todo cambió en los segundos finales del primer asalto. Tras dos minutos de estudio, Prograis sacó una mano abajo que hizo daño a Relikh. El campeón se dio la vuelta de manera inexplicable y con otra mano el estadounidense le envió al suelo. Quedaban ocho segundos y se salvó, algo clave. En el segundo asalto Prograis fue con todo, pero vio que el bielorruso era duro. Relikh estaba dañado, ya que no despegaba el codo derecho de la zona en la que había impactado su rival. Estaba vendido, pero seguía. Prograis bajó el pistón desde el tercer asalto. Boxeó con cabeza y mostró todos sus recursos defensivos. Dejó al público alucinado con su cintura y percutió con gran velocidad. Pegaba arriba, abajo, desde lejos, de cerca... no había golpe que no sacase Prograis hasta que el árbitro se dio cuenta y paró la paliza. Dos combates, dos victorias de categoría. Regis Prograis va directo a por el Trofeo Ali.

Donaire fulminó a Young con una mano

Las World Boxing Super Series están plagadas de sorpresas y Nonito Donaire lo está descubriendo. El filipino lo ha sufrido en cuartos de final y en la semifinal. En su primera pelea, Burnett se lesionó durante la lucha y ganó Donaire por ese motivo. En la semifinal, Zolaini Tete fue baja a última hora (el miércoles) y entró en acción el suplente, Stephon Young. Un púgil de calidad, pero no iba a ofrecer la misma batalla que Tete. El filipino debía ganar y convencer para no despertar a los críticos y lo hizo. KO a Young en el sexto round, retuvo el WBA del gallo y pasa a la final. ¿Rival preferido? "Naoya Inoue", lo tiene claro el campeón.

La pelea fue un monólogo de Donaire. El filipino tomó el centro del ring, presionó y se dedicó a sacar golpes variando los planos de golpeo. Sin ninguna concesión. Fue un rodillo. Young salió a evitar y se movió demasiado, tanto que aguantó sólo ese ritmo en los dos primeros asaltos. Desde el tercero comenzó a quedarse más estático, y su castigo aumentó. En el sexto el estadounidense dio un paso adelante. Estaba lanzado golpes de uno en uno y comenzó a combinar. A la postre fue un error, ya que dejó más espacios y uno de ellos lo aprovechó para fulminarlo con un brutal crochet de izquierda. Seis asaltos y a la final. Trabajo fácil, ahora tendrá que esperar hasta el 18 de mayo para conocer su rival.