Rahm se instala en la zona alta de Augusta y Tiger ruge a tope
El de Barrika está en -5 y su compañero de partido, Tiger, llegó a -6. Están a uno de la cabeza, que está en -7 y la comparten Molinari, Scott, Koepka, Oosthuizen y Day.
Con parón, con tormenta, lluvia, e incluso con un accidente… los 36 hoyos que disputaron juntos Tiger Woods y Jon Rahm en el Masters de Augusta fueron muy fructíferos tanto para el Tigre como para el de Barrika. Están muy arriba, en la zona noble de la tabla con -6 y -5, en una posición inmejorable para asaltar el liderato el fin de semana, que está fijado en el -7 que imponen Molinari, Scott, Koepka, Oosthuizen y Day.
Rahm navegó con entereza en una vuelta que se transformó en un episodio de supervivencia. Y no tuvo fisuras, no concedió nada al campo y no hizo ni un solo bogey. Faltó la genialidad con el putt para alcanzar más birdies, pero selló dos y sigue demostrando por qué Augusta su ajusta a él como un guante. Lo más crítico llegó en el 12, en pleno Amen Corner, cuando tuvo que frenar su dinámica durante media hora por amenaza de tormenta eléctrica. Al reanudarse el juego caía un diluvio en el campo georgiano y Rahm siguió a lo suyo: aguantar el chaparrón y no dar nada a Augusta. Como en los entrenamientos que le hacían en Arizona State o recordando las lluviosas mañanas de prácticas en Larrabea. Al final: 69 golpes y total -5. La sacada en el búnker del 18, creatividad pura.
Al que sí le vino bien el parón fue a Tiger Woods, que ya estaba creciéndose momentos antes y con la lluvia regresó desatado. En sus partidos va una marabunta de público y eso le provocó un incidente, que pudo ser grave, cuando un guardia de seguridad tropezó con él en el 14 y le cazó el tobillo. Hizo aspavientos y gestos de dolor, pero el Tigre siguió con su juego… Sobre todo por lo que vino después. Enganchó dos birdies seguidos y dio sensación imperial, la del Tiger que ha ganado cuatro Chaquetas Verdes. Parece que quiere otra, su sonrisa de jugón cuando acabó el hoyo 18 así lo reflejaba. "Me he divertido, traté siempre de colocar la bola cuesta arriba, para tener buenos putts. No me duele nada, estoy feliz. Llevo tres grandes seguidos en la pelea con los mejores", decía.
El top-ten lo forman un elenco de golfistas de nivel altísimo, porque, por ejemplo, los cinco líderes ya saben lo que es ganar un major. Molinari (ganador del British 2018) da continuidad al momento más dulce de su carrera, Oosthuizen (vencedor del British 2010) busca la redención de la Chaqueta Verde que se escapó en 2012, Scott quiere otra como la de 2013, Koepka busca otra joya en su colección de tres majors (dos US Open y un PGA) y Day (un PGA) pelea con sus dolores de espalda para su segundo grande. A ellos se le suman Tiger y Rahm. Mucha dinamita.
No estará en la disputa final Sergio García, que sumó +4 y no pasó finalmente el corte. Olazábal también se despidió con +13. Cabrera Bello sí tuvo una buena segunda jornada (-4) y llegará al fin de semana con -1. Rahm se separará ahora de Tiger Woods. Dos bestias competitivas, que han hecho mutualismo en los 36 primeros hoyos para meterse arriba. Tocan dos nuevos capítulos del Masters de Augusta.