Lydia y Brachi, el espejo al que mira la Selección

El Campeonato de Europa de halterofilia de 2018 fue histórico para España. La Selección cosechó 13 medallas (cuarta del medallero con 5 oros, 2 platas y 6 bronces) y logró algo que nunca antes había conseguido: tener dos campeones continentales de manera simultánea. Lydia Valentín se hizo con los tres oros de su categoría y Josué Brachi fue la grata sorpresa del certamen, llevándose el oro en arrancada y total olímpico y la plata en dos tiempos. “Los resultados que deberíamos llevar años teniendo”, apuntaban los internacionales en As tras la gesta. En ese Europeo, los ocho países con más positivos (Rusia, Kazajistán, Armenia, Bielorrusia, Azerbaiyán, Ucrania, Moldavia y Turquía) no participaron. En 2019 sí estarán, pero la moral del equipo para el Europeo de Batumi (Georgia) que arranca hoy (hasta el 14 de abril) es máxima.

”Creo que todo el equipo podemos dar otra sorpresa. Las categorías son factibles para nosotros y esperamos que se pueda repetir lo del año pasado, e incluso mejorarlo. Nuestra intención es sacar todas las medallas posibles”, apunta Josué Brachi, quien llega como campeón, pero no defenderá título (al igual que Lydia Valentín). La Internacional modificó las categorías de peso antes del último Mundial para romper con el pasado, lo que deja este año una tabula rasa para 2019. El halterófilo sevillano saldrá a competir en la categoría de 61 kilos, aunque a los Juegos irá en la olímpica, 55 kg. Llega enchufado. “Las sensaciones me hacen ser optimista. He hecho una preparación muy buena”, reconoce.

Brachi y Lydia viven sensaciones contrapuestas. El andaluz debe intentar revalidad título por primera vez y para la berciana (cuatro veces campeona), no es nuevo, aunque “cada uno es diferente”, asegura Valentín, quien llega condicionada por la lesión que sufrió en el Mundial. “Tuve que tomarme un descanso de más tiempo, lo que ha hecho que haya sido una preparación más rápida y que haya tenido algunas molestias, pero son cosas que ocurren en el deporte de alto rendimiento. Pese a que ha sido exprés, llego muy contenta y con ganas de competir. El año pasado fue histórico para el equipo y espero que este se pueda repetir. Vamos a por todas”, afirma. En Georgia, Lydia estrenará categoría olímpica (tras competir en 81 kg en el Mundial por la lesión), algo “bueno, todo lo que sea tener que perder menos peso es beneficioso”.