"Carolina está trabajando para volver mejor que antes"
El equipo que trabaja con Carolina Marín analizan la recuperación de la triple campeona mundial y oro olímpico. Se han cumplido siete semanas de su lesión.
El 27 de enero, en la final del Masters de Indonesia, Carolina Marín (25 años) ni se podía imaginar que sería el primer día de la etapa más complicada de su carrera. En un salto, apoyaba mal la rodilla y quedaba tendida en el suelo. Sus lágrimas no presagiaban nada bueno y, ya en España, se confirmó la lesión: rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Tendría que pasar por el quirófano.
“Desde el mismo momento que se supo, nos pusimos a trabajar”, coinciden los miembros del equipo de la campeona olímpica. El plan: llevar a cabo la recuperación física de la jugadora, cuidar el aspecto psicológico y aprovechar el parón para pulir el plano táctico. “Estamos trabajando más que cuando compite”, reconoce Fernando Rivas, entrenador de la andaluza. El día de Carolina comienza a las 07:30, a las 08:30 ya está inmersa en el trabajo físico, y a las 11 pasa al técnico hasta la hora de comer, porque a las 16:30 retoma la recuperación de su rodilla para acabar con el fisio. Llega a casa sobre las 21:30. “¡Y ya sólo quiero acostarme!”, se sincera Marín.
Diego Chapinal, fisioterapeuta, y Guillermo Sánchez, preparador físico, son los encargados de guiar a la jugadora en la recuperación de la articulación lesionada... y el resto del cuerpo. “Se puede hablar de cinco fases en la rehabilitación. En la primera, el objetivo era bajar la inflamación y empezar a tener movilidad. Ahora entramos en la segunda, en la que se intenta que recupere la fuerza y cuidar la hipertrofia muscular”, cuenta Guillermo, que explica cómo Chapinal se centra en trabajar la rodilla lesionada mientras que él, partes como la cadera o el tobillo, que también sufren en la vuelta a la normalidad tras una lesión como esta.
Ni hablar de plazos
Trabajo para el que, tras siete semanas desde la operación, nadie del equipo habla de plazos (el tiempo de recuperación en una lesión de este tipo oscila alrededor de los ocho meses). “Esta segunda fase en la que estamos puede durar unas semanas... o dos meses. Es algo progresivo. Poco a poco se pasará a una tercera etapa más funcional de entrenamientos más intensos, y en las dos últimas, primero un trabajo controlado en pista hasta que se sienta segura, y la última es su vuelta al juego”, analiza Guillermo, que cita métodos como la llamativa cinta antigravedad AlterG o los pantalones MBody, que miden la actividad muscular. Pero avisa: “Poco a poco se sentirá mejor, pero no jugadora, y será duro, el trabajo psicológico resultará fundamental”.
De eso se encarga María Martínez, que en menos de un año como psicóloga deportiva de Carolina ha vivido la cara y la cruz: del tercer oro mundial a su lesión más grave. “Pero su carácter luchador siempre está presente. Su compromiso es excepcional. Ganar un título motiva por sí mismo, pero recuperarse de una lesión larga... Trabajamos los refuerzos, sus miedos, hacemos visualizaciones... Que su vuelta a la competición sólo sea un paso más en este proceso”.
Momento, aún lejano, para el que Fernando Rivas trabaja para que la Carolina Marín que regrese sea distinta. Y no sólo por la “madurez” que le aportará esta experiencia, sino desde un punto de vista táctico. “Tenemos una estrategia. El entrenamiento es especial por su rodilla, pero seguimos pautas para crear trampas a sus rivales, que la tienen muy estudiada”. Todo este esfuerzo conjunto tiene un objetivo: “Que la Carolina que vuelva sea mejor y más competitiva que la de antes de la lesión”.