Las claves de la final de la AFC cuando ataque New England
Si la línea ofensiva se hunde o los Patriots no consiguen establecer el juego de carrera, será casi imposible que los de Belichick salgan vivos de Kansas City.
New England parte con un hándicap tremendo: juega de visitante en el estadio más ruidoso y que más anima de toda la NFL. Sí, más incluso que el fortín de los Seahawks. A eso hay que sumarle que los Pats este año llevan un récord perfecto en su estadio, pero un 3-5 como visitantes. Solo han ganado fuera a Bills, Jets y Bears. Ese bajón de rendimiento puede tener muchísimas explicaciones y una final de conferencia es un escenario muy diferente, pero a Brady le encanta jugar sin reunión (no huddle), con muchos audibles y cambiando la jugada sin parar y con el ruido que habrá cuando su equipo ataque puede haber confusiones, errores de comunicación y poca fluidez. Una de las mejores virtudes de Brady quedará inevitablemente mermada. Además, también tienen mal récord en la etapa Belichick/Brady como visitantes en playoffs con tres victorias y cuatro derrotas, tres de ellas en sus tres últimos partidos como visitantes en enero.
Otra clave será la temperatura. Los Pats son maestros jugando en climas extremos, pero a 20 bajo cero el balón no se agarra igual de bien, pesa más y vuelta peor. Brady no tiene problemas para arriesgar y lanzar en ventanas minúsculas, pero bajo presión suele lanzar bajo y el clima puede provocar que sus pases vayan más bajos todavía. Mucho cuidado con las intercepciones y los rebotes.
Por mucho que nos sorprendieran la semana pasada, los de Belichick llegan al partido con un solo receptor peligroso: Julian Edelman. James White está formando como receptor abierto, pero más como pase de seguridad y factor de primer down. Difícilmente conseguirá atrapar un balón más allá de las 10 yardas de la línea de scrimmage y será más complicado todavía que consiga muchas yardas tras la recepción. Además, es un jugador que algunos rivales han conseguido prácticamente anular y Andy Reid seguro que se ha empollado cómo hacerlo. Hogan es tremendamente irregular, Dorsett aparece con cuentagotas y Patterson rinde de verdad en jugadas de engaño. La defensa contra el pase de Kansas City suele ser un horror, pero la falta de armas de sus rivales juega a su favor. Y más si Edelman tuviera que dejar el partido en algún momento por lesión. Por eso, y pese a que la semana pasada Gronkowski fue básicamente un bloqueador más, esta semana será importante que vuelva a aparecer en su faceta receptora. En la semana 6 solo atrapó tres balones, pero fueron decisivos y muy largos, de 42, 39 y 16 yardas.
Sin embargo, y pese a lo que pueda parecer, este año el secreto del ataque de los Patriots ha estado en el backfield y en su ataque de carrera más que en el pase. Y en eso se ha parecido mucho al estilo de los Pats mediada la pasada década (cuando ganaron la Super Bowl a los Eagles de Andy Reid). Sony Michel ha sido el mejor corredor del equipo desde Corey Dillon. Quizá no en las estadísticas, pero sí en su peso en el juego y en su rendimiento. Además, han recuperado a última hora a Burkhead, que en camaleónico desde el backfield. Sin olvidar al fullback, James Develin, que ha hecho un temporadón y se podría convertir en uno de los jugadores clave del partido. Si New England quiere ganar necesitará reeditar las 173 yardas terrestres que consiguió en la semana 6.
La semana pasada ante el potente front seven de los Chargers los Patriots dieron una lección de bloqueos en primer, segundo y tercer nivel para que Michel tuviera autopistas. Creo que los Patriots van a intentar repetir la fórmula y no sé cómo puede hacer Andy Reid para frenar la sangría. Los Pats necesitan sacar del campo al ataque de Mahomes y enfriar los ánimos de Arrowhead y nada mejor para conseguirlo que dos o tres series largas para empezar, que obliguen a Reid a ajustar y le den a Belichick la iniciativa.
Otra clave será el duelo entre Justin Houston y Marcus Cannon, el right tackle de una línea ofensiva que ha rendido magníficamente este año. Tradicionalmente, para derrotar a New England en playoffs ha hecho falta hundir su línea ofensiva y la defensa de los Chiefs está capacitada para hacerlo. Contra el pase es mala y contra la carrera interior, peor, pero tiene su fuerza en la movilidad lateral, con lo que las carreras exteriores le hacen mucho menos daño y, sobre todo, son demoledores en la presión al quarterback rival. Es el equipo que más sacks ha conseguido con 52 y ya vimos cómo terminaba la semana pasada derrumbando a la todopoderosa línea ofensiva de los Colts, que había dejado en ridículo este año a algunos de los front seven más reputados de la liga. Por eso, esa batalla en la línea posiblemente sea la que decida el partido, aunque demasiada presión puede convertirse en un chollo para la carrera de New England. Otra clave en esa batalla será Trent Brown, el left tackle, que en su etapa con los Niners era poco más que un tipo muy grande que los end tardaban mucho en rodear y que ha cambiado en Boston completamente su actitud, convirtiéndose en un jugador comprometido, implicado y, probablemente, una de las sorpresas de la temporada.
ASÍ FUE EL PARTIDO DE TEMPORADA REGULAR