NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

POLÍTICA DEPORTIVA

El ministro Guirao ya tiene la Ley del Deporte, con su eje en la igualdad de la mujer

Crea una división de ligas 'profesionalizadas' con derechos iguales a las profesionales y pretende borrar cualquier discriminación en deporte femenino.

28/07/18 CSD CONSEJO SUPERIOR DE DEPORTES VISITA
 Ministro de Cultura y Deporte Jose Guirao Centro de Alto Rendimiento de Madrid junto a Maria Jose Rienda  presidenta del CSD 
 equipo femenino junior de gimnasia ritmica
DIARIO AS

El borrador de la Ley del Deporte, que debe sustituir al texto de 1990, llegó esta semana a la mesa del ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, desde el Consejo Superior de Deportes que preside María José Rienda. Y el Ejecutivo de Pedro Sánchez, ya con forma de anteproyecto de Ley, tiene intención de estudiarlo en uno de los primeros Consejos de Ministros del año. Después, el trámite parlamentario sería de varios meses. Esa Ley del Deporte tendrá como eje central a la mujer. La primera secretaria de Estado para el Deporte dejó claro cuando tomó el cargo a finales de junio que ellas y el deporte inclusivo debían ser el centro. Y lo son. 

La ley quiere garantizar la igualdad de género en todos los ámbitos del deporte, por lo que establecerá cuotas para que haya un equilibrio en las directivas de las federaciones y organizaciones deportivas. Pero sobre todo quiere proteger los derechos de las deportistas.

Ligas.

En la Ley de 1990, sólo el fútbol y el baloncesto masculino tenían la consideración de ‘profesionales’ y se sometían a convenios colectivos que regularan las condiciones laborales. Así que una mujer no podía, por ejemplo, acogerse al permiso de maternidad.

El nuevo texto, para sortear este problema, crea una figura intermedia entre competiciones profesionales y no profesionales que se denominará ‘profesionalizada’. En ese apartado caerán algunas como las ligas masculinas y femeninas de balonmano, fútbol sala, voleibol, rugby... que pasarán a tener los mismos derechos (contrato laboral, seguridad social o bajas) que el fútbol o el baloncesto.

También se regula la baja por maternidad, frenando así abusos como los contratos con cláusulas antiembarazo. Cualquier deportista que sea madre no perderá por ello becas y subvenciones, y seguirá manteniendo su condición de DAN (Deportista de Alto Nivel). Se quiere preservar la conciliación y que ser madre no suponga una merma en los derechos.

En el largo articulado del anteproyecto también queda claro que las federaciones deben someterse a las decisiones del Gobierno, pues siguen siendo entes privados con delegación de funciones públicas. En el último tramo de la redacción del anteproyecto no se ha tenido muy en cuenta a estas, agrupadas en ADESP (Asociación del Deporte Español), que ha tenido un papel muy activo de agitador en la reforma, pero que no ha tenido acceso al borrador íntegro del texto todavía.

Este ha sido elaborado por una comisión paritaria de expertos (tres hombres y tres mujeres) de la que en un momento de la redacción se cayó el jurista Alberto Palomar, que participó en unas jornadas recientes sobre la reforma en el Colegio de Abogados de Madrid dejando entrever que el gobierno no tenía muy claro qué quería con la ley.

En cuanto al deporte inclusivo o paralímpico, este tendrá que integrarse en la estructura de las federaciones normalizadas. Pero sólo si su federación internacional la admite bajo su paraguas. Algunas como piragüismo, tenis, ciclismo o triatlón ya las tienen asimiladas. Otras lo tendrán que hacer.