Joana Pastrana, ante su mayor reto: defender su Mundial

Sólo han pasado tres meses desde que Joana Pastrana (13-1, 4 KO) se proclamó campeona del mundo del peso mínimo por la Federación Internacional de Boxeo. Poco tiempo, pero la española ya está preparada para poner en juego su cinturón. Lo hace este viernes ante la tailandesa Siriporn Thaweesuk (40-4, 22 KO) en Alcobendas (desde las 20:00), el mismo lugar en el que alcanzó la gloria en junio. Le trae buenos recuerdos, pero de eso no se vive. “Esta pelea es diferente, es la primera vez que una rival viene a por mi título. Será una guerra muy dura, lo sé, pero defenderé lo que es mío. El cinturón seguirá en mi poder”, espeta confiada Pastrana antes de la pelea.

La principal virtud de la española y su equipo es la inteligencia. Ante Sahin, Nicolás González y Álvaro Gil Casares (entrenador y manager), idearon un plan que Pastrana trazó a la perfección. Algo que han repetido para esta ocasión. “Thaweesuk es muy diferente a mi última rival. Soy más alta, pero por poco. El plan debe ser otro. Me gusta estudiar con mi equipo a cada rival al detalle. Hemos planeado varias estrategias para ella. Pese a todo, una vez que suene la campana habrá que ver cual es su plan. Sé que estoy ante la rival más difícil de mi carrera. Cuenta con gran experiencia y ha sido campeona del mundo. Será exigente. Es lo único que quería”.

La clave del combate estará en la distancia. Pastrana se maneja bien en la larga-media. Está cómoda, pega duro y no arriesga. Por su parte, la tailandesa disfruta yendo al frente y fajándose. Es un claro duelo de estilos que se llevará la que mejor ejecute lo planeado en las esquinas. “Al ser campeona soy consciente de que tengo que sorprender en cada pelea. Todas mis rivales me tienen muy estudiada”, avisa la campeona.

Los ojos de las otras boxeadoras están en ellas, también el mediático. Desde junio Pastrana ha sido el rostro de una marca de ropa, de un videojuego... está de moda. “Es increíble todo el apoyo que estoy recibiendo. Espero que el pabellón se llene y devolverles en el ring todo su cariño con otro cinturón”. Palabra de campeona.

Thaweesuk fue campeona en la cárcel y obtuvo la libertad

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Siriporn Thaweesuk fue condenada en el 2000 (tenía 17 años) a diez años de prisión por tráfico de drogas en su país, Tailandia. Cumplió condena en la cárcel de Tanyaburi (a 30 kilómetros de Bangkok), donde empezó a practicar boxeo como método de defensa. Desde sus inicios sus cualidades destacaron y en 2005 debutó como profesional. Después de siete peleas en menos de un año le ofrecieron optar al Mundial CMB del peso mínimo. Lo hizo en la prisión donde cumplía condena y perdió a los puntos ante la japonesa Nanako Kikuchi (12-4-1, 5 KO). Volvió a tener la oportunidad en 2007, en su misma prisión y por idéntico título. Esa vez logró ganar a otra nipona, Ayaka Miyao. El título mundial permitió que el gobierno tailandés le perdonase tres años de condena y la dejase libre tres meses después de su triunfo.