Cientos de personas arropan a la familia en el funeral de Barquín
Cientos de personas han arropado a la familia de Celia Barquín en el emotivo funeral celebrado este domingo en Torrelavega por la joven golfista cántabra asesinada en Iowa.
Cientos de personas han arropado a la familia de Celia Barquín en el emotivo funeral celebrado en la tarde de este domingo en Torrelavega por la joven golfista cántabra asesinada el pasado 17 de septiembre en un campo de golf de Ames, en Iowa (Estados Unidos). La iglesia de la Virgen Grande de esta localidad cántabra se ha teñido de amarillo con lazos, flores y coronas de este color, convertido en símbolo de recuerdo de esta joven promesa del golf española, nacida hace 22 años en Puente San Miguel (Reocín) y que había ganado en julio el Campeonato de Europa Individual femenino.
En la primera fila de bancos, su padres, Marcos Barquín y Miriam Arozamena, su hermano, Andres, y su novio, Carlos, se han mantenido abrazados y con las manos entrelazadas la mayor parte de la ceremonia, sin poder evitar las lágrimas cada vez que se pronunciaba el nombre de Celia. Ante el altar, el féretro con los restos mortales de la joven, sobre el que se han colocado dos fotos, una de ella posando con el trofeo de campeona de Europa y otra con su novio, junto a dos palos de golf y un ramo de rosas amarillas.
Acompañando al ataúd numerosas coronas de flores, entre las que destacaban algunas como las enviada por la familia Ballesteros-Botín, la Federación Española de Golf o el Ayuntamiento de Reocín, su localidad natal. Entre los asistentes que abarrotaban el templo, una importante representación del mundo del golf, con jóvenes vestidas con la chaqueta roja de la Federación y un nutrido grupo de personas que lucían lazos amarillos en sus chaquetas, entre los que destacaba el campeón de europa de golf adaptado, el también cántabro Juan Postigo.
También destacaba la presencia de autoridades como el delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, y los alcaldes de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, y de Cartes, Agustín Molleda, así como del primer teniente de alcalde de Reocín, Mario Iglesias. El funeral ha comenzado pasadas las cinco y media de la tarde después de la llegada del féretro a la plaza que da acceso a la iglesia, donde ha sido recibido entre aplausos por cientos de personas.
Una vez dentro del templo, donde Celia Barquín fue bautizada en septiembre de 1996, la ceremonia se ha desarrollado con un fuerte componente emotivo por el recuerdo de la joven expresado por algunas de sus amigas, que han destacado su carácter "luchador y valiente". Una de sus amigas de infancia ha recordado "la sonrisa y el brillo especial" de esta joven cántabra que fue a Estados Unidos a practicar el deporte que le gustaba y a estudiar ingeniería civil y que fue asesinada, precisamente, en un campo de golf.
Su novio, al que conoció en la Universidad de Iowa en la que estudiaba, ha descrito a Celia como una mujer "increíble", que le dio los "mejores momentos de toda su vida". "Me enseñó a ser mejor persona", ha relatado Carlos entre lágrimas. El funeral ha finalizado casi como empezó, con el féretro saliendo del templo entre lágrimas, abrazos a la familia de la joven y una cerrada ovación de las cientos de personas que volvían a abarrotar la plaza junto a la iglesia de la Virgen Grande de Torrelavega.