Rousey, encantada en la WWE
La estadounidense, de 31 años, lleva sólo cinco meses en la lucha libre y en su nueva empresa, la WWE, pero tiene claro que le gusta y podría renovar en breve.
Ronda Rousey (Riverside, California, Estados Unidos) continúa quemando etapas en su nueva profesión. Con 31 años y después de dos derrotas consecutivas en MMA se pasó al wrestling. Meses de trabajo y esfuerzo dieron sus frutos en abril, cuando debutó en el mayor evento anual a nivel mundial de este deporte, WrestleMania 34. Maravilló, lo mismo que hace cada vez que se sube al ring. Todo el que rodea a la compañía comparte la misma visión: "Es increíble su adaptación, parece que lleva años en la compañía", se repite una y otra vez.
Esa buena evolución le permitió en poco más de dos meses disputar un título. Ganó el combate, pero con descalificación de su rival y no se quedó el cinturón. Este domingo en Brooklyn quiere levantar el cinturón en SummerSlam (23:00, en WWE Network). Está decidida, al igual que su futuro cercano pasa por la WWE. La compañía nunca desvela sus contratos, pero se sabía que el de Rowdy no era muy extenso. Tocaba probar, pero Rousey lo tiene claro: quiere seguir.
"La WWE me gusta más de lo que había imaginado. Teníamos un cronograma establecido, pero ahora no lo tengo tan claro por todo lo que me gusta. Lo hace tanto que sería difícil dejarlo ahora. Entiendo por qué cuesta tanto abandonar esta industria. Ser parte de ella cada día es una gran alegría", aseguró en ESPN. La noticia la celebran los fans y la WWE. Su unión les está reportando muchos beneficios y los aficionados vibran cada vez que está en escena. Ronda Rousey quiere marcar una época.