Azahara Muñoz narra en una carta abierta la lucha contra su enfermedad: "Perdía pelo"

Azahara Muñoz va saliendo poco a poco de uno de los momentos más complicados de su carrera y de vida. En una carta abierta publicada en el portal Ten Golf la golfista malagueña confesó que desde hace tres años lucha contra la enfermedad de Hashimoto que le provocó cansancio, enfriamiento e incluso pérdida de pelo.

Muñoz cuenta en la misiva que sus allegados sí sabían que padecía los síntomas de esta enfermedad y que desveló en público en la entrevista que concedió tras ser segunda en el torneo de Hawaii. "Estoy contenta de haberlo soltado. Me he quitado un peso de encima. No quise decir nada hasta entonces porque para empezar odio poner excusas por jugar mal y después porque en el fondo era un poco delicado... Todo el mundo siempre piensa sobre mí que soy una persona sana y fuerte... y de repente había dejado de serlo".

La golfista relató que padecía la enfermedad aunque los síntomas fueron más fuertes desde hace tres o cuatro años. "Estaba cansada todo el tiempo, tenía frío, ansiedad... Pero nunca pensé en pedir ayuda. Nunca pasó por mi cabeza, porque pensaba que era mi culpa. Y, siendo como soy, una persona muy obstinada y trabajadora, seguí exigiéndome mucho". Otro de los síntomas que sufrió Muñoz fue la pérdida de pelo y lo demostró con dos fotografías, una de cuando empezaron los síntomas y otra ya recuperada tras el tratamiento. "Creo que mi cuerpo se hartó de mí... (...) Empecé a perder muchísimo pelo... Tenía calvas por toda la cabeza. Fue un momento súper embarazoso y mi única obsesión era esconderlo lo mejor que podía. Sin embargo, ahora tengo que estar agradecida por ello, ya que es la razón por la que decidí ir al doctor".

En septiembre de 2016, a Muñoz le disgnosticaron que sufría la enfermedad de Hashimoto. "Fue un pequeño shock en ese momento, pero para ser honesta casi me sentí aliviada porque al fin podía hacer algo, ir contra algo. ¿Por qué estaba todo el tiempo cansada? ¿Por qué tenía tanto frío? ¿Por qué no quería ir a cenar con los amigos? ¿O hacer cosas divertidas? ¿Qué me pasaba? Simplemente estaba agotada todo el tiempo, especialmente tras acabar largos entrenamientos y después del gimnasio. Me hundía completamente". Muñoz ha afrontado con entereza la situación aunque afirma que no se siente tan bien como parece a causa de la enfermedad. "Tengo lo que tengo y estoy aprendiendo a llevarlo de la mejor manera que puedo. Estoy haciendo cosas. Obviamente estoy tomando medicamentos pero también he cambiado mi dieta y la forma en la que vivo. Tenía que hacerlo. Pero quiero ser honesta y no quiero que penséis que estoy al 100% todo el tiempo. Me siento mucho mucho mejor, he recuperado energía, mi cabello está creciendo nuevamente, me siento tranquila, pero aún tengo mis días".

Muñoz destaca que en los torneos la adrenalina le lleva a olvidarse de los síntomas, pero que en el día a día aún le hacen mella. "A veces completar el entrenamiento es una batalla. Pero ahora sé que lo estoy haciendo bien y estoy escuchando a mi cuerpo. No siempre lo hago eso, pero sí la mayor parte del tiempo". La malagueña también manifestó que la enfermedad le ha enseñado también algunas cosas. "¿Estoy agradecida por esto? No, desearía no tenerlo. Pero estoy muy agradecida por todo lo que me ha enseñado. Creo que de alguna manera mi cuerpo me ha pedido que bajara la velocidad. Estaba haciendo mucho más de lo que mi cuerpo podía manejar, era tan dura conmigo misma que no disfrutaba de las pequeñas cosas".

La golfista afirma también que ahora se toma las cosas con más calma y descansando si es necesario. "Honestamente puedo decir que estoy en el momento más feliz que he tenido. Así que estoy agradecida por eso. Tengo una vida tan buena... Esto es sólo un pequeño obstáculo en el camino. ¿Pero acaso no todos tenemos algo? Solo necesitamos sacar lo mejor de lo que tenemos. ¡Y eso es lo que estoy haciendo! Estoy emocionada por lo que está por venir". Muñoz también confesó que también ha recibido testimonios de otras personas que también padecen la enfermedad. "Pensé en escribir algo para todos ellos. Si puedo ayudar, aunque sea a una sola persona que esté pasando por algo similar, todo habrá valido la pena. Así que, si tienen alguna pregunta, comuníquense conmigo".