Wilder se examina ante Ortiz con la mirada puesta en Joshua
El campeón mundial pesado (WBC) pone su cetro en juego por séptima vez en su carrera ante su rival más difícil. Es un reto, pero su intención es unificar.
"King ante Kong", así ha querido calentar el ambiente Deontay Wilder (39-0, 38 KO) antes de su combate frente a Luis Ortiz (28-0, 24 KO). El campeón mundial de los pesos pesados por el Consejo Mundial de Boxeo (WBC, en inglés) ha utilizado un juego de palabras con el apodo de su rival (King Kong) para meter más presión a un duelo que debería salir el próximo rival de Anthony Joshua por una unificación total. Por currículum, Wilder ya podía estar en esa pelea, pero el británico prefirió esperar. En su último pleito, el 'Bombardero de Bronce' ya mostró su hambre por llegar a ese duelo: noqueó a su oponente en un asalto. Ahora quiere otra exhibición ante el rival más complicado de su carrera.
Wilder, campeón desde enero de 2015, pone en liza su cinturón por séptima vez en su carrera. En casi 40 combates ha tenido rivales difíciles, pero Ortiz parece un examen necesario. Si le gana sólo le quedará un peso pesado que pueda hacerle sombra: Anthony Joshua. Por tanto, todo el combate está enfocado a esa gran unificación, pero no se debe desviar el foco. El Wilder vs Ortiz es un gran combate. Primero por ver en acción un campeón tan contrastado como el estadounidense, la 'esperanza negra', como fue bautizado cuando se coronó. Lo es, devolvió el título a Estados Unidos tras muchos años de sequía, pero siempre ha sido cuestionado... aunque tras su victoria a Stiverne ha callado a muchos críticos.
Por su parte, Ortiz llega enrabietado al combate. Nunca antes se lo había tomado tan en serio, reconoce su entorno. Al cubano le afectó mucho su positivo (que la WBA sancionó y el WBC no), dejó de ganar dinero y quiere redención... sabiendo que la única vía es la de derrotar a Wilder. No le vale otro camino. Presión en ambos bandos. Uno por seducir a Joshua y el otro por confirmar su nivel. La presión a su rival y la pegada son las bazas del campeón, al que acusan de tener un boxeo muy básico, pero cuando alguien de ese tamaño (2.01 metros de altura y 2,11 metros de envergadura) te arrincona es difícil salir. Ortiz tiene más boxeo. Es peso pesado, pero la escuela cubana se nota. Debe sacar su mejor juego de pies, moverse y percutir. Eso sería lo ideal, pero en ese plan no cabe un error, el 'Bombardero de Bronce' no los permite. Juega en casa y es un campeón contrastado, parte como favorito, pero es su examen más difícil. Revalida para el 'King'.