El trono mundial del kickboxing espera a dos españoles

Tito Macías y Cristian Torres fueron unidos en Ponferrada por una misma pasión, el kickboxing. Ambos han vivido miles de aventuras juntos, son referentes en su región y en términos deportivos no se entiende a uno sin el otro. Hace un año y medio los dos fueron a la vez por el campeonato de Europa. Macías se coronó, pero Torres, pese a hacer una buena pelea, no pudo. La constancia es su lema y los dos siguieron fuertes su camino hacia su sueño: ser campeones del mundo. Tito Macías lo rozó en verano, pero fue derrotado por Cecchetti. Torres revalidó en dos ocasiones su título nacional y miró al futuro, que les vuelve a unir.

Ambos vuelven este sábado a compartir cartel principal (junto a Carlos Coello) por un título de gran importancia. Ponferrada será testigo de un nuevo desafío para ambos: quieren ser campeones mundiales. El sueño de cualquier luchador y lo podrán hacer ante los suyos, "un honor", recalcan los dos casi al unísono. La velada será especial, no sólo por los tres títulos en liza (haciendo que sea la mayor velada registrada en España) también porque será la última de Tito Macías. El excampeón europeo ha decidido a sus 34 años poner punto final a su carrera y quiere hacerlo con el brazo en alto.

Su combate es de viejos conocidos. Llega con ganas Macías. En verano, cuando peleó con Cecchetti por el Mundial le pararon el combate por un corte en la ceja. Su rival es peligroso, entre las dos peleas de Macías ya ha revalidado en una ocasión el título, él está tranquilo y confiado. La misma sensación que transmitía cuando peleó por el Europeo, desde el ring pedía calma a su gente. "Ganaré", decía. Ahora repite lo mismo. Tito Macías ya es leyenda, quiere agrandarla.

Por su parte, Cristian Torres ha hecho un fantástico trabajo de la mano de su entrenador Diego Vázquez. En este año y medio se ha convertido en tiple campeón nacional, con dos victorias de envergadura. Además, ha realizado muchas peleas de boxeo amateur, lo que le dará un plus en su pelea. Se enfrenta al serbio Aleksandar Menkovic, también coaspirante, y sube de peso, pero no es un problema, llega muy fuerte. Mientras, el serbio es un luchador rudo y duro, será complicado, pero él está confiado. "Las sensaciones son inmejorables, sólo queda sacar todo lo trabajado en el ring", asevera. La historia le debe una, la misma que le espera a él y a Macías. Dos españoles quieren ser los reyes del kickboxing.