Loma vs Rigo: las cinco claves del combate que paraliza el boxeo
Vasyl Lomachenko y Guillermo Rigondeaux se cruzan este sábado en Nueva York. La expectación que ha levantado es máxima, te descubrimos las razones.México - Venezuela en vivo: Serie del Caribe 2019
El año 2017 ha sido prolífico en combates que han logrado detener el boxeo. Joshua vs Klitschko, Canelo vs Golovkin, Mayweather vs McGregor... son sólo algunos ejemplos al que este sábado se une el Lomachenko vs Rigondeaux, o Loma vs Rigo como han bautizado los publicitarios. Quizá los dos no tienen tanto nombre como los protagonistas anteriores para el público menos eruditos, pero para cualquier aficionado que los haya visto alguna vez en el ring sabe que es una pelea diferente. Una de las que no se deben perder. Aquí os dejamos las claves que lo convierten en un pleito imperdible.
1- Por primera vez se enfrentan dos bicampeones olímpicos
En el ring del Madison Square Garden se darán cita dos históricos del boxeo amateur. En concreto son 644 los combates (396 Lomachenko y 247 Ringodeaux) que suman entre ambos. Para muchos Loma y Rigo son los dos mejores amateur de la historia, de hecho, son de los pocos que han logrado sumar dos oros olímpicos. Un dato importante, ya que nunca antes dos bicampeones olímpicos se habían enfrentando. Lomachenko sólo ha caído en dos ocasiones (una en amateur y otra en profesional) y Rigodeaux cuatro (todas en amateur). Choque de trenes.
2- Rigondeaux sube dos categorías de peso y le pone límite a Lomachenko
Rigondeaux (17-0, 11 KO) es actual campeón WBA del supergallo, mientras Lomachenko (9-1, 7 KO) tiene el WBO del superpluma. Es decir, el cubano sube dos categorías de peso (3,7 kg). Un dato muy importante, ya que con la escala en los pesos se pierde pegada y se sufre más, el rival tiene mayor potencia. Por ello, el peso ha sido uno de los principales puntos de discusión en la negociación. Ringodeaux fue el que más cedió, pero ha exigido que Lomachenko no suba al ring con más de 62,5 kilos (peso pactado 59 kg). Demasiada ventaja si permitiese más. Otra gran diferencia está en la edad, Rigondeaux es ocho años mayor.
3- De los más temidos del boxeo mundial
La larga etapa amateur de ambos y la gran superioridad que muestran en cada uno de sus combates hace que su boxeo sea temido, lo que explica lo escueto de su carrera en el boxeo rentado. Lo es porque por su calidad llegaron rápido a combates importantes, pero también por miedo. Lomachenko suma diez combates en cuatro años, mientras, Rigondeaux 17 en ocho años. Demasiado, pero la dificultad es amplia. De hecho, los grandes coetáneos de sus categorías han decidido evitarlos subiendo de categoría antes que afrontar el reto. Por ello su combate ha generado tanta expectación (dos meses antes ya estaba todo vendido). El público lo pidió con insistencia, ellos correspondieron.
4- Dos estilos similares frente a frente
El boxeo es pegar y que no te peguen. Esa máxima del boxeo la cumplen a la perfección tanto Lomachenko como Rigondeaux. Ambos se caracterizan por una defensa exquisita. Se quitan golpes con tremenda facilidad y contragolpean duro. Los dos han tenido que aprender a ser más verticales, el temor que infunden hace que sus rivales les esperan, pero lucen más cuando son ellos los que contragolpean. Son estilos muy similares, la única diferencia es que las combinaciones de Lomachenko son más largas y vistosas.
5- El 'niño minado' contra el más 'odiado'
Lomachenko es el 'niño mimado' del boxeo mundial y de Bob Arum. El veterano promotor se deshace en elogios hacia él, sabe que es su próximo gran proyecto y lo cuida. Su boxeo rápido, veloz y su nivel de destrucción gustan más al público. El estilo de Rigondeaux es muy similar, pero un enfado con Arum le ha ido lastrando. "Es aburrido", es la frase que acuñó el promotor y que la afición ha hecho propia. Ese estigma le ha hecho que la afición le vea con más reticencia, tanto que la WBA le ha dicho que si pierde ante el ucranio perderá su título (que no está en juego). Algo ilógico, pero no es un protegido y se nota. Tiene la opción de reivindicarse.