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Una genialidad de Simonet decide el triunfo del Ademar

32-29. Con la victoria ademarista ante el Bucuresti rumano, el equipo leonés mantiene sus aspiraciones en la Champions Leagie
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Una genialidad de Simonet decide el triunfo del Ademar
J. CasaresEFE

El Abanca Ademar sumó dos puntos fundamentales para seguir con aspiraciones de clasificarse para la siguiente ronda de la Liga de Campeones tras vencer (32-29) al Dinamo de Bucarest, que fue inferior en la primera mitad, pero que acabó metiéndose de lleno en el partido.

De hecho, a falta de poco más de medio minuto para la conclusión llegó la jugada fundamental con un giro en el aire de Sebastián Simonet sobre sí mismo que desconcertó a la defensa rival para anotar el gol que resultaba ya definitivo para que la victoria se quedara en León.

El reconvertido conjunto leonés, con los retoques introducidos durante el parón de selecciones para enderezar el ritmo, repitió la buena entrada en el partido que ya hiciera ante el mismo rival en la capital rumana, superando sin demasiados problemas el inicio de defensa 5-1 rival.

Con fluidez en la primera línea y toda la artillería engrasada, primero la pareja Juanjo Fernández-Federico Vieyra y después Alex Costoya-David Fernández, los locales gozaron de rentas entre los dos y cuatro goles ante un rival con más físico que balonmano y precisamente a la fortaleza de sus lanzamientos se agarró para no descolgarse.

Los leoneses también encontraron los contragolpes como argumento y las rachas de acierto de Ignacio Biosca en la portería, luego equiparado por Adrian Irimus en la del Dinamo de Bucarest que sacó escaso provecho de las superioridades numéricas de que dispuso para llegar por detrás al descanso 18-15.

La segunda mitad fue diferente en dinámica, con un Ademar que se estrelló en más ocasiones con Irimus y un equipo rumano con más acierto en toda su primera línea que le permitió reducir la diferencia a la mínima expresión.

El Ademar empezó a depender casi en exclusiva de Juanjo Fernández, con lo que se hizo más fácil de controlar, mientras que los visitantes volvieron a utilizar la defensa con avanzado para intentar ahogar las ideas del argentino Sebastián Simonet.

Pero los leoneses ya habían recuperado la frescura y, tras un tiempo muerto, pusieron la máxima renta con un tanto de fantasía -el noveno- del lateral manchego (27-22), pero sin que el Dinamo acabara por bajar los brazos con un Gaydunchenko muy resolutivo.

Para los últimos diez minutos Rafael Guijosa decidió meter sangre fresca con un primera línea remozada en su totalidad con la entrada de Costoya, David Fernández y Acacio Marqués ante un rival que buscó en la dureza de su defensa la forma de intentar sujetar a los ademaristas, aunque le costaran varias exclusiones.

La fortaleza física rumana acabó por imponerse y tras una gran parada de Irimus a Piñeiro a falta de tres minutos para la conclusión tuvieron ocasión de igualar desde el 1-1, pero el lanzamiento inocente de Allahkaram Esteki fue rechazado por Cupara para dar aire a su equipo, más tras el tanto de Vieyra.

Con 30-29 tampoco volvió Juanjo Fernández y con 48 segundos para el final Guijosa preparó la que tenía que ser la jugada definitiva, y ahí apareció la fortuna y, fundamentalmente, la genialidad de Simonet, que se sacó al borde del pasivo un lanzamiento girando sobre sí mismo en el aire para sentenciar y después su compatriota Vieyra poner la puntilla 32-29.