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HALTEROFILIA

"Lydia Valentín ha derribado muchos tabús sobre la mujer"

Constantino Iglesias, presidente de la Española, repasó con AS cómo está su deporte, apercibido por el COI por el dopaje pero pujante en España con Lydia y sus medallas.

"Lydia Valentín ha derribado muchos tabús sobre la mujer"
FELIPE SEVILLANODIARIO AS

En Atenas 1896, en los primeros Juegos Olímpicos de la Edad Moderna, nueve deportes fueron protagonistas de un experimento que ha acabado culminando en un mastodóntico espectáculo que paraliza el mundo y corona a los mejores. Entre esos deportes estaba ya la halterofilia. El fortius del lema olímpico. El más fuerte. Ciento veintiún años después, es un deporte que pasa por dificultades por los reiterados casos de dopaje. Pero que, paradójicamente, ha saltado al escaparate en España porque una chica sin tacha, Lydia Valentín, ha terminado convirtiéndose en multimedallista por descalificación de rivales en Londres 2012 (oro), Pekín 2008 (plata) y además fue bronce en Río 2016.

Un buen momento para repasar con Constantino Iglesias (67 años) el estado de la Federación Española de Halterofilia. El salmantino tomó los mandos de la nave en diciembre pasado. Emilio Estarlik lo dejó tras cuatro mandatos y él, presidente de la Castellanoleonesa, le sucedió sin oposición. En una Asamblea que, guiño no buscado porque se debió a que no encontraron un hotel adecuado, se celebró en la Agencia Española de Protección de la Salud y Lucha contra el Dopaje (AEPSAD).

“Ahora la halterofilia se asocia a Lydia Valentín. Ella, además, ha roto tabús que pesaban sobre este deporte y que se consideraba siempre de hombres”, cuenta Iglesias. “Las mujeres comenzaron a competir en los Juegos no hace mucho, en Sydney 2000. Nosotros arrancamos pronto y ya hubo chicas con nivel como Gemma Peris, Estefanía Juan o María José Tocino, pero la gran explosión ha llegado con Lydia”, reconoce.

La berciana de Camponaraya, con 32 años ahora, fue quinta en Pekín 2008, pero el reanálisis de muestras efectuado por el Comité Olímpico Internacional (se congelan diez años, según el Código AMA) fueron borrando del palmarés a la primera y tercera del podio, Lei Cao (China) y Nadezda Evstyukhina (Rusia), y a la cuarta, Irina Kulesha (Bielorrusia). La leonesa, que había sido quinta, debía ser plata. Se volvieron a analizar también los test de Londres 2012 y más de lo mismo en el podio. Hicieron trampas Svetlana Podobedova (Kazajistán), Natalya Zabolotnaya (Rusia) e Irina Kulesha otra vez. Valentín, cuarta, pasaba al primer lugar del cajón.

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FELIPE SEVILLANODIARIO AS

Pero todo esto no ha sido inmediato. De hecho, hasta el pasado mes de septiembre (el presidente mostró la carta), no llegó la confirmación de la Federación Internacional (IWF, en inglés) de las nuevas posiciones. Mas todavía falta la oficialidad del COI, y un acto de restitución de los metales para la ya triple medallista. El problema: las tramposas no las devuelven (ni ella quiere esas sino unas “limpias de dopaje”). El COI debe acuñar más.

“El daño económico que se le ha causado a Lydia es grande. Es algo que también hay que solucionar y Alejandro Blanco (presidente del COE) está muy volcado en ello”, cuenta el dirigente.

Los premios por medallas para 2008 y 2012, que siguieron siendo los mismos en Río, fueron de 94.000 euros por el oro y 48.000 por la plata (se pagan a medias entre Consejo Superior de Deportes y COE). En cuanto a becas ADO, 60.000 euros para un campeón olímpico y 50.500 para el subcampeón (que se otorgan para la preparación del ciclo siguiente). Sumando, 225.000 euros. A estos habría que restarles los 64.500 de ADO que sí percibió Valentín por sus puestos quinto y cuarto. Aproximadamente, España le debería a la berciana 160.500 euros. “Este es un deporte en el que se mueve poco dinero, esa reclamación que hace Lydia es muy importante, y hay que darle una solución”, reitera el presidente.

Los continuos casos de dopaje amenazan la continuidad de la halterofilia en el programa olímpico. “Estamos apercibidos por el COI. Garantizados Tokio 2020 y más o menos París 2024, pero la IWF debe presentar un informe de qué está haciendo para aumentar la limpieza”, explica Iglesias.

De momento, el viernes la IWF decidió suspender por un año a Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, China, Moldavia, Kazajistán, Turquía y Ucrania. Eso, por contar al menos con tres casos de dopaje en los reanálisis de Pekín y Londres, donde hubo 49 positivos, de los que 19 fueron de medallistas. El Mundial se celebrará en Anaheim (California), entre el 28 de noviembre y el 5 de diciembre.

“Ese castigo podría hacer subir en el podio a Lydia (no ha conseguido un oro mundial), y dar opciones a otros como Andrés Mata (diploma en Río), Josué Brachi (subcampeón europeo en 2016) o David Sánchez (cuarto en el pasado continental). Detrás de Lydia vienen también otras competidoras como la canaria Atenery Hernández o Alba Sánchez. Marcos Ruiz (105 kilos) también nos puede dar muchas alegrías en el futuro”, avanza el presidente.

“Lo que no tenemos confirmado aún, por la fecha, es si estos países participarán en el Europeo júnior y Sub-23 que organizaremos en A Coruña en octubre de 2018 y que es muy importante para España”, acota.

Afortunadamente, Iglesias encontró una herencia “maravillosa y sin deudas” de Esterlik. En 2016, recibieron 749.000 euros del CSD y generaron 157.000 (un 16%), lo que supuso un presupuesto de 984.000. “Es difícil enganchar patrocinadores y obtenemos algunos ingresos de los cursos de entrenadores”, lamenta el presidente, que recuerda que “la halterofilia está en el fondo de todos los demás deportes, es una de las bases”. También obtuvieron 71.000 euros de LaLiga. En el año 2000, se vieron, eso sí, inmersos en un plan de viabilidad del CSD porque su presidente Rafael Santonja, mandamás internacional ahora en culturismo, dejó un agujero de un millón de euros. “Tuvimos que vender hasta la sede”.

¿Y cómo entra un niño en el mundo de las pesas? “Se realizan competiciones sólo de técnica. Y a los 12 años se empieza ya con pequeñas cargas. Nos cuesta romper la leyenda de que el desarrollo muscular frena el crecimiento. Estadísticamente, además, somos de los deportes con menos índices altos de lesiones”, apunta el federativo, que tiene “unas 3.000 fichas”. Según la estadística del CSD, 2.834 licencias en 2016, de las que 693 son femeninas. “En las competiciones, las mujeres ya van estando casi a la par en participación”, especifica. Sin embargo, según apunta Emilio Lucas, secretario de la Federación, no se les aprobó “un proyecto para el programa Universo y Mujer (dotado de máximos beneficios fiscales) destinado sobre todo a la captación y que ahora se hará llegar a la Internacional”.

“Andalucía ha sido nuestra gran despensa, pero ahora Galicia y Cataluña están trabajando muy bien. Destaca el Baix Llobregat, donde por ejemplo en Molins de Rei hay colegios que tienen la halterofilia como una actividad porque hemos conseguido implicar a los profesores de educación física”, relata el salmantino.

En la base hay, pues, esperanzas. Pero en septiembre se ha truncado la de la gallega Irene Blanco por una cuestión política. El Europeo Sub-15 se celebró en Kosovo y, como España no lo reconoce como estado, el CSD instó a la Federación a no presentarla. “Una pena, porque hubiera ganado de calle y se ha quedado sin plaza para los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Ahora, intentamos obtener una invitación para ella”, lamenta.

Así está la halterofilia, el fortius de los Juegos.