Lidia Valentín: "Quiero medallas olímpicas nuevas, sin manchar"
Le levantadora leonesa: "No me apetece recibir el oro de Londres 2012 y la plata de Pekín 2008 manoseadas por quien se dopó para alcanzarlas."
Lidia Valentín, bronce en los Juegos de Río 2016 en la categoría de 75 kilos y pionera de la halterofilia española, espera aún sus medallas olímpicas de Pekín 2008 (plata) y Londres 2012 (oro). Sus rivales fueron descalificadas por dopaje y ella subió en el escalafón. Pero los metales aún no han llegado.
"Todavía no las tengo, porque las que las ganaron fraudulentamente no quieren devolverlas. Por supuesto, me siento campeona en Londres y plata en Pekín, pero estoy a las espera". Y advierte: "Pido al Comité Olímpico Internacional que me haga unas medallas nuevas, certificadas. Lo que no quiero es recibir unas medallas manoseadas por otras levantadoras a las que no considero de ninguna manera como deportistas".
En Pekín 2008 la berziana terminó en la quinta plaza, pero la descalificación de tres de sus predecesoras la coloca en la segunda posición. Una plata de ley, evidentemente. En Londres fue cuarta, pero los análisis realizados a las tres medallistas cuatro años después demostraron que hacían trampas. Oro de 18 quilates para Lidia.
La halterófila ha participado esta mañana en un acto promocional de Bridgestone, marca patrocinadora del Comité Olímpico Internacional (COI) hasta 2024, y que en España ha centrado sus campañas en la levantadora de Camponaraya, en el triatleta Javier Gómez Noya y en el baloncestista Sergio Rodríguez.
Lidia Valentín confía en el presidente del Comité Olímpico Español (COE): "Alejandro Blanco se está portando muy bien y me consta que está haciendo gestiones para que tenga las medallas lo antes posible, pero todo es muy complicado, con mucha burocracia".
La entrega de su plata de Pekín y de su oro de Londres se llevará a cabo en la sede del COE. "Será bonito y me emocionaré, seguro, pero el momento mágico de recibir las medallas en el mismo momento de los Juegos ya no lo tendré, y la repercusión será menor, porque en aquellos momentos los medallistas abrían los telediarios".