Rockhold retorna triunfante y envía un mensaje a Bisping
El excampeón mundial del peso medio ganó a David Branch por KOT en el 2º asalto. Al terminar despreció a St-Pierre y envió un claro órdago al campeón.
Había ganas de redención en la mirada de Luke Rockhold cuando pisó de nuevo un octágono. Eran 469 días sin sentir esas sensaciones y quería lucirse en el UFC de Pittsburgh. El estadounidense no había peleado desde que perdió el cetro del peso medio ante Michael Bisping y quería ganar para retarle. No tuvo demasiados problemas para deshacerse de David Brunch, al que noqueó en dos asaltos, y cumplir su cometido. Claro órdago al campeón, su derrota le marcó y sus rencillas van más allá del título.
Brunch salió con ganas de dominar. Se jugaba mucho también. Si ganaba se podía meter entre los mejores y quedar cerca del título. Apretó. Salió a dominar y se encontró con un Pittsburgh que le rehuyó completamente. No quería el intercambio y buscaba el agarre. Lo logró contra las rejas. Asalto físico y de mucho desgaste. El excampeón estaba cómodo. La misma historia se repitió en el segundo asalto, pero ahí Rockhold había leído bien la pelea.
Aguardó su oportunidad y cuando Brunch le quiso tirar al suelo se revolvió y le ganó la espalda. No buscó la sumisión, quería el KO. Comenzó a golpear con dureza a su rival, que cada vez se defendía menos. El árbitro seguía de cerca la acción y cuando vio que Brunch no se defendía detuvo el combate. Su superioridad era clara. Alivio en la cara de Rockhold. Grito y mensaje a la cámara. Después lo repitió con el micrófono.
“Estoy muy feliz por el triunfo. Quiero descansar y tomar un respiro para volver a pelear por el cinturón. St-Pierre no perteneces aquí, mi pelea es ante Bisping así que espero estar ahí por el cinturón”, espetó confiado. Mensaje recibido por el campeón, aunque su revancha no será tan fácil. Primero tiene que ver que sucede en la defensa del UFC 217, después a la decisión de la compañía. Le toca esperar.