Vall, octava en los 200 braza: "No me puedo quejar, dos finales"
La española, que salió por la calle 7, intentó seguir el ritmo en el segundo 50 pero lo pagó al final. Su tiempo, 2:23.29, mejora el del jueves. Efimova, oro.
Comenzó como un tiro Lilly King por la calle 8. Su plan kamikaze arrastró a Jessica Vall, que le intentó seguir el ritmo para mantenerse en la lucha por las medallas de unos estratégicos 200 braza. La española apretó después del primer viraje. Demasiado pronto. El ritmo era demasiado frenético. A diferencia del Mundial de Kazán, la lucha por el podio se situaría por debajo de 2:22, terreno aún inaccesible para Vall.
Por la calle 4, Efimova asumió el mando de la prueba y se destacó, dejando atrás a todas las rivales que de la final. Mientras ella nadaba cada largo en 35 segundos, el resto lo hacía en 36. La nadadora del CN Sant Andreu tocó última en el 150, y le faltaron fuerzas para remontar como hizo en Kazán, dos años antes. La rusa se adjudicó la oro con 2:19.64, la plata se la colgó Bethany Galat, con 2:21.77, mientras que el bronce fue para la china Jinglin Shi (2:21.93). Galat en esta ocasión sí que abrazo a Efimova, circunstancia que no ocurre con otras compañeras de expedición.
Vall, aún cansada pero satisfecha, comentó que "salí en una posición, al lado de dos chicas que iban muy rápido. Me intenté acercar, pero en el último 50 me pasó factura. Pero lo di todo. Tenía que jugármela. Quería la medalla y para eso tenía que apretar, pero no salió". Después de nadar la final de los 100 braza en séptima posición, la discípula de Jordi Jou nota que ha hecho un gran campeonato. "Dos finales, objetivo cumplido. Seguimos con una progresión. No me gusta ser la última de la final, pero supongo que habrá que hacer valoraciones después".