El equipo finaliza sexto pero da “el primer gran paso”

A falta del combo y del dúo mixto, la competición de sincronizada toca a su fin en la idílica piscina situada en el Parque de la Ciudad de Budapest. En la final de equipo libre, las españolas finalizaron en sexta posición, con una puntuación de 90.700, a un punto de Italia (91.700) y más lejos de las medallas: Japón fue cuarta con 93.100, Ucrania se llevó un nuevo bronce rozando los 94 puntos (93.9333) y con una esplendoroso Volshyna, que nada todas las pruebas; China se adjudicó la plata, con 95.2333 y Rusia sumó su sexto oro con 97.300.

El equipo español interpretó la rutina 'Épico' de forma casi perfecta, según su entrenadora Anna Vives. “La actuación fue brillante, en su máximo nivel. Queríamos llegar a 90, y llegamos a 90.7. Lo han clavado. Las niñas lo han notado desde el agua y eso es clave”, comentó. Durante una de las figuras, la joven Sara Saldaña recibió un pequeño golpe en la nuca y fue trasladada después al hospital por precaución.

Un campeonato que Vives califica de “primer gran paso, y lo damos además en buen nivel. Este equipo llegará muy arriba con constancia”. ¿Cuándo se podrá notar esa madurez? “Pienso que en Tokio 2020 estarán nuestras nadadoras más hechas, aunque será más tarde cuando lleguen al máximo nivel. Vamos paso a paso. Este Mundial ha sido un éxito”. Y comenta el feedback positivo que han recibido aunque “no hablamos con los jueces de competición, pero la valoración es que tienen calidad. Se está viendo y cada vez vamos a mejor. Se adaptan al alto rendimiento. Ellas no sabían nada, son unas campeonas, compiten como nunca”.