Jordan Spieth arrasa de salida y Sergio García acelera hasta -3
El texano hizo 66 golpes (-6) en los 18 primeros hoyos, donde el viento hizo acto de presencia. El de Borriol brilló y firmó un interesante -3.
Masters de Augusta 2016 en directo
Clasificación
La barbacoa texana que ofreció Jordan Spieth en la cena de campeones a todos los ganadores del Masters le ha sentado muy bien. “Estaba deliciosa. Fue irreal”, llegó a decir Tiger Woods, uno de los que degustaron el exquisito menú del de Dallas. Y Spieth recuperó la alegría con los elogios de las estrellas, porque el portador de la última Chaqueta Verde disipó todas las dudas que planeaban esta temporada sobre su juego y firmó un inicio de Masters demoledor, en -6, muy similar al que hizo el año pasado.
En el Masters 2015, el segundo de su vida, Spieth hizo -8 en los 18 primeros hoyos, pero estos 66 golpes (-6) puede que tengan más valor, porque el viento hizo acto de presencia en el solemne club de Georgia. Spieth estrenó driver (lo rompió en la vuelta de prácticas del miércoles), pero la gráfica de su juego no se resintió por nada. Fue una escalera continua: muchos pares (12) y hasta seis veces se subió un peldaño en forma de birdie. Cero bogeys. “Estoy impresionado por lo que he visto. Ha sido un golf de un nivel altísimo”, decía el británico Paul Casey, su compañero de partido, que acabó en unos muy interesantes -3.
Asesorado por su caddie-hermano Michael Greller, Spieth hizo un juego segurísimo (y planificado), de putt infalible, y extendió su récord de nueve rondas en Augusta con par o mejor. Es decir, todas las que ha jugado en su carrera (fue segundo en 2014). Su total en el Masters es -29 (las nueve primeras de Tiger fueron -21). Números mágicos. Él mismo, de 22 años, confesaba con una madurez inusitada: “He hecho un juego muy bueno, probablemente será mi mejor ronda”.
Sergio García comenzó espeso, con bogey en el 3 y 4, cambió la dinámica con un birdie en el nueve y acabó desatadado con otros cuatro seguidos (del 13 al 16) que le catapultaron a -3 y al top-5 en el día inicial. No hubo rastro de las molestias en su muñeca y en su Masters número 18 demostró la buena madurez de la que disfruta a los 36 años. Hay que seguirle muy de cerca estos días, como a McIlroy que llegó hasta -2, vigilando de cerca a Spieth, su némesis estadounidense.
El otro hombre que aspira a dominar el planeta golf es el número uno del mundo, Jason Day, que en el primer día de Augusta subió hasta -5, con galáctico eagle en el hoyo 2 incluido, pero un fatídico triple bogey en el 16 le condenó a acabar en par. Al australiano le toca remontar. El canario Rafa Cabrera Bello, que debutaba en el major, cerró una peleada actuación en +2 y con el buen sabor de un birdie en el hoyo 18.