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PREVIAS MLB 2016: BOSTON RED SOX

Su esencia: El enemigo del Imperio del Mal

La gran batalla, histórica e interminable, contra los New York Yankees conforma una de las rivalidades más intensas del deporte mundial.

El impresionante Fenway Park.
Getty Images

Los Boston Red Sox son el último muro, la última esperanza, ante el imperio del mal, los New York Yankees. Como agua y aceite, llevan más de cien años peleando a brazo partido en una rivalidad que se conoce en Estados Unidos sencillamente como ‘the best’ o ‘greatest rivalry in all sports’. El inicio de la batalla se cifra en la década de los 10, en el siglo XX, con el traspaso de Babe Ruth de Boston a New York. Con él cambió el signo de los títulos de una ciudad a otra, y el rol de importancia de cada una de las franquicias. Se conoció a aquello como ‘la maldición del bambino’, porque los Red Sox, como se ha dicho, no volvieron a ganar nada menos que hasta 86 años después, con los Yankees acumulando 26 títulos.

Propietario: John W. Henry *****

John Henry, enamorado del béisbol desde su niñez, compró los Boston Red Sox en el año 2002 e hizo tres cosas: consiguió el título que llevaba 86 años persiguiendo Boston, desestimó el plan de derribar Fenway Park y abrazó la revolución de las estadísticas avanzadas que cambió el juego para siempre. O sea. Quiero decir.

Manager general: Dave Dombrowski ****

Dave Dombrowski es, a pesar de lo dicho en el párrafo anterior sobre John Henry, un fiel seguidor de la iglesia del béisbol clásico, nada emocionado con los números y el aspecto científico del juego. Fue general manager de los Detroit Tigers, a los que puso a escasos milímetros del título, y ha sido fichado para dirigir la reconstrucción de los Red Sox con manga ancha para gastar. Por eso le ha dado a David Price 217 millones por 7 años y no le ha temblado el pulso a la hora de apostar por Craig Krimbel. A su modo, Dombrowski es una figura incuestionable de la MLB en este siglo y su trabajo en Boston será fascinante de seguir.

Entrenador: John Farrell ***

ohn Farrell fue llamado para entrenar a los Red Sox en el año 2013 para arreglar el desaguisado en el que había acabado la franquicia en la era de su antiguo compañero y amigo Terry Francona, y el terrible año de Bobby Valentine al frente. Problemas en el vestuario, alcohol, peleas... todo se venía abajo. Farrell apareció y, de repente, el equipo pasó de ser último, y con un récord horrible, en 2012 a ganar las World Series en 2013. Algo que nunca antes había sucedido en la franquicia. No obstante, desde entonces no han vuelto a tener un buen año. Ni siquiera uno decente. La temporada pasada se le detectó un cáncer a Farrell que ya está en remisión.

Su gran estrella: David Ortiz

Que a los 40 años, y en su año de despedida, siga siendo el mejor bateador de su equipo no sé si es algo triste para la plantilla o que demuestra la enormidad de un jugador que ha escrito su nombre con letras de otro en una de las franquicias supremas de la MLB.

Estrella ofensiva: Mookie Betts

Puede parecer extraña la presencia del joven Mookie Betts en este apartado, pero es que creo que, de verdad, va a pasar por encima de sus veteranos compañeros. No tengo mucha fe en la resurrección de Hanley Ramírez o en la de Pablo Sandoval y, sin embargo, Mookie Betts, en su segundo año completo en la MLB, tiene toda la pinta de jugador del outfield que acaba siendo esencial para el ataque de su equipo. Es la pieza más importante de la parte externa de la defensa y, además, presenta en su curriculum en 2015 hasta 18 home runs y un OPS de .820, el mejor del equipo tras David Ortíz. Teniendo en cuenta que éste tiene cuarenta años y que Betts tiene 23, sospecho que le adelantará como hombre clave en el ataque.

Pitcher estrella: David Price

Dave Dombrowski pujó muy fuerte por llevar a David Price a los Detroit Tigers cuando era el general manager de aquel equipo. Con libertad de movimientos y dinero por gastar en su nuevo equipo, los Boston Red Sox, no es de extrañar que se lanzase a por la gran pieza del mercado de pitchers una vez más. Ha tenido que soltar la panoja a base de bien, nada menos que 217 millones por 7 años, pero es probable que tuviera que hacerlo ante la perspectiva de una rotación nada fiable. Price ha tenido sus problemas en playoff, eso se concede, pero es uno de los mejores brazos de la liga y un seguro de vida durante toda la temporada. El fichaje cambia, por completo, la cara del grupo de pitchers de los Red Sox y, con ellos, del equipo.

Fenway Park: El monstruo verde lo domina todo

El estadio más antiguo de la MLB con 104 años de historia, un hecho algo complicado hoy en día en una sociedad en la que vivimos acostumbrado a lo desechable. Mantiene casi todas las características originales con las que nació, siendo la más prominente el gran muro verde del left field conocido como “The Green Monster”. Tiene 250 localidades en su parte superior a modo de barra de bar, añadidas en la pasada década con la entrada de los nuevos propietarios como la mayoría de la renovación del estadio.

Paraíso para pegadores

Sus medidas erráticas suponen todo un desafío al igual que el Monstruo Verde, que te quita home runs pero te favorece para conseguir hits de bases extra. Los zurdos tienen serias dificultades para sacarla del campo.

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