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WATERPOLO

Laura Ester: “Es más difícil ir a unos Juegos que la medalla”

Ester es un seguro en la portería de la Selección femenina, que empieza el lunes el Europeo de Belgrado. Humilde, trabajadora, no pierde detalle del futuro y sueña con Río.

Laura Ester.
Fernando Zueras

Estados Unidos es su habitual ‘sparring’. ¿Cuál es el secreto de este rival?

—Estuvimos diez días allí. Salimos de la rutina de club y nos vino bien para saber cómo estábamos y en qué teníamos que mejorar. Jugar ante el mejor equipo siempre ayuda.

—En el Europeo tendrán el grupo más asequible. ¿Ventaja o inconveniente?

—Hubiera preferido jugárnosla con tres rivales fuertes. Estamos una semana midiéndonos a rivales asequibles. Hasta el día 19 no tenemos a Italia. Los cruces serán a vida a muerte.

—Cómo de difícil es ir a unos Juegos Olímpicos?

—Es el único deporte en el que si entras en los Juegos ya tienes diploma. Ojalá hubiese 12 equipos y no ocho, porque el reto de ir a Río es más difícil que la medalla. Queremos repetir lo de Londres.

—En Sabadell el nivel de exigencia es alto. ¿Cómo se evade del waterpolo?

—Se supone que estudio una carrera (risas): Bioquímica. Voy cogiendo tres o cuatro asignaturas por semestre. Intento ir a las que puedo por las mañanas antes del entrenamiento. Muchas tardes me las paso en la biblioteca con Anni Espar.

—¿La reconocen?

—Paso desapercibida. Además, según llego, me siento al final del aula, tomo mis apuntes y me voy para casa.

—¿Prefiere ese anonimato o que la agasajen como a un futbolista?

—Prefiero lo que tengo ahora. Estoy tranquila.

—¿En qué piensa cuando está en la portería?

—Cuando atacamos le doy vueltas al gol que me han marcado, pero intento centrarme en el juego para llevar el tiempo y que mis compañeras sepan lo que queda.

—¿Nunca le dio miedo recibir balonazos?

—Cuando eres pequeña y empiezas te dan miedo los que van a la cara. Te apartas en un primer momento, pero cuando sabes que el dolor sólo te dura dos segundos, ya no te quitas. A veces la gente sí me preguntaba cómo me podía gustar eso.

—Usted lo juega todo y ya lleva cinco años en la Selección. ¿Qué hay por debajo?

—Hubo una época en la que solo había porteros, pero no porteras. Cuando la Liga infantil femenina arrancó hará unos años, ayudó. Por eso ahora hay niñas que suben fuerte. Me intereso por las que están más cerca de llegar a la élite.

—No se puede relajar...

—Eso nunca. En unos años saldrán unas cuantas. En los Juegos Europeos de Bakú había dos juveniles de nivel.