"Lo subordiné todo al ajedrez y ahora quiero descansar y dormir"

El noruego Magnus Carlsen regresó hoy a su país como nuevo campeón del mundo de ajedrez dispuesto a olvidarse de los tableros por una temporada y descansar. Alrededor de cien fans y curiosos recibieron al ajedrecista de 22 años en el aeropuerto de Oslo-Gardermoen con banderas noruegas y grandes ramos de flores. La llegada del héroe nacional fue transmitida en vivo por el canal público de televisión NRK, aunque el homenajeado se mostró algo cansado de tanta atención.

"Ahora voy a relajarme y dormir algo", dijo Carlsen. "Es lindo que haya venido tanta gente", agregó el jugador, que levantó nuevamente el trofeo de campeón para que lo viera su comité de bienvenida.

"Antes del Mundial subordiné todo al ajedrez. Ahora me alegro de poder descansar y llevar una vida más equilibrada", contó el noruego en una entrevista publicada hoy por el diario alemán "Frankfurter Allgemeine Zeitung".

"Ahora necesito algo de tiempo para disfrutar del título, y luego veré cuáles son mis próximos pasos", añadió el número uno del ranking mundial, que en todo caso quiere seguir divirtiéndose jugando al ajedrez.

Carlsen destronó la pasada semana al hasta ahora campeón del mundo, el indio Viswanathan Anand, al derrotarlo en su propia casa, en Chennai, por 6,5-3,5 en un duelo que estaba pautado al mejor de 12 partidas. "Fue más fácil de lo que había esperado al principio", confesó el noruego al diario alemán. "La experiencia de competición está sobrevalorada como factor", añadió.

Su rival era 20 años mayor, pero Carlsen ejerce desde hace tiempo un firme dominio sobre la escena mundial del ajedrez. "Pienso que actualmente soy el mejor jugador", opinó el escandinavo, que rechazó la crítica de que sólo bate a jugadores mayores obligándolos a jugar largas partidas.

"Cuando la posición no es de tablas, no se debe acordar tablas, se debe jugar. Si se quiere ganar un Mundial, no basta con jugar una o dos horas bien, sino cuatro, cinco o incluso seis horas", advirtió.