Rugby | Copa del Mundo 2011 | Nuerva Zelanda 20-Australia 6
El tsunami neozelandés sumergió a Australia
El Mundial de Rugby en Nueva Zelanda ya tiene final para el próximo domingo. Los organizadores, los All Blacks, dieron una lección de autoridad frente a Australia a la espera de Francia, que sigue con sus guerras cainitas pero tiene el colmillo afilado.
Nueva Zelanda despliega un tsunami rugbístico que va camino de destrozar cuanto encuentra en su camino. Ayer la ola negra provocó en Australia muchos más daños que los que refleja el marcador (20-6), ya que si los pateadores kiwis hubiesen tenido el día el marcador se habría marchado hasta los 35 puntos.
Los All Blacks saltaron dispuestos a saldar cuentas pendientes con los wallabies, y especialmente con dos neozelandeses de nacimiento: su apertura Quade Cooper y el seleccionador Robbie Deans.
Galope.
De salida Graham Henry trabajó la pizarra y ordenó atacar todas las bolas con tres cuartos, siendo el primer receptor el zaguero Israel Dagg. Atacar al galope para que la línea defensiva no llegase a cerrar las puertas. Con eso daba un golpe de mano a un Deans incapaz de reaccionar. Para Cooper prepararon otra sorpresa. El apertura completó un partido desastroso ante Sudáfrica en cuartos y la prensa de su país realizó críticas que le han generado ansiedad, algo que decidió utilizar Nueva Zelanda. Henry dio orden de bombardear con Up & Unders al 10 rival buscándole las cosquillas en el aire, donde se jugó el cuello en cada balón. La estrategia, otro revolcón a Deans, surgió efecto porque cortocircuitaron el juego a la mano wallabie. Si a eso se suma el festival defensivo que protagonizó la jauría de lobos neozelandeses en los placajes, en melé y entrando a limpiar rucks, es difícil concebir que Australia aguantase tanto tiempo viva. Pero ocurre que presentan una joven generación que ha sabido sufrir como perros ante Sudáfrica y ayer ante Nueva Zelanda. Liderados por Pocock, titán de 23 años, mantuvieron el tipo y murieron de pie. Sólo la mala noche de Weepu en el pateo, desperdiciando 15 puntos, maquilló el martirio.
Ahora espera Francia. Hay muchas heridas abiertas desde que en la semifinal del 99, uno de los mejores partidos de la historia del rugby, la Nueva Zelanda de Lomu cayese ante una Francia achampagnada. Los All Blacks quieren recuperar el Santo Grial del rugby ante una selección que ha vendido al diablo su prestigio por ganar un Mundial. Hay que sospechar de los franceses. Y contemplar la posibilidad de un Maracanazo.