Rugby | Mundial de Nueva Zelanda
Respeto y velocidad kiwi ante la dignidad tongana
La jornada inaugural del Mundial deparó un entretenido encuentro entre neozelandeses y tonganos, que antes desplegaron sus respectivas hakas con el respeto rival y el entusiasmo de los 60.000 espectadores de Eden Park.
Había morbo por conocer si los All Blacks respetarían el Kailao tongano, su haka, o desplegarían su poderío durante la misma en venganza por lo ocurrido en 2003, cuando los tonganos no aguardaron su turno. Pero imperó el respeto de los anfitriones y Tonga tuvo su protagonismo.
Superado el lance se rompieron las hostilidades. Nueva Zelanda puso velocidad de crucero y Tonga se vio avasallada. Defendió regalando espacios a los tres cuartos neozelandeses. Se disparó en el pie. Ahí emergió la figura de Sonny Bill Williams, boxeador, musulmán y exalcohólico. SBW desplegó su catálogo de recursos y esa forma de correr que le ha llevado a ser conocido como "el jugador que nunca corre recto". Su zancada y su sentido de la continuidad, denominado off load en rugby, provocaron una lluvia de ensayos de sus compañeros como conclusión a sus desequilibrantes jugadas. Pases ciegos, fijaciones, cruces... El festival llevó el marcador hasta un concluyente 29-3 al descanso. Tonga deambulaba desorientada como si se hubiera colado en la fiesta.
Pero Graham Henry, seleccionador local, reservó a sus estrellas tras conquistar el bonus ofensivo (cuatro o más ensayos) y ante eso Tonga se aferró al escudo. Dio dos pasos adelante en defensa y entregó la pelota a su delantera en ataque. Los gordos tonganos escondieron la almendra y comenzaron a avanzar mastodónticamente metro a metro. Diez minutos tardaron en rozar el ingoal y en la enésima acometida Taumalolo posó la pelota en un merecidísimo ensayo.
La celebrada conquista cerró un partido en el que las dos selecciones quedaron retratadas. Nueva Zelanda tiene talento en los espacios y un descomunal tercer paso de sus centros. Sin embargo comete errores infantiles atrás que ayer resultaron anecdóticos por la indolencia del rival. Cuando se vean las caras con los tiburones australianos o los chacales sudafricanos los errores serán dentelladas. Tonga por su parte, demostró la típica desorganización defensiva polinesia, contrarrestada con un orgullo que dignificó el partido inaugural de este Mundial 2011.
La pasada madrugada se vivieron duelos entre la fiable Escocia (siempre en cuartos) y la rocosa Rumanía, los desahogados Flying Fidjians y la timorata Namibia, y muy de mañana la caótica Francia y los enigmáticos japoneses. Aperitivos del Inglaterra-Argentina. Me encanta el olor a napalm por la mañana....