"¿La reina de Shanghai? Me gusta ese titular"

Después de los Mundiales de piscina corta, donde usted ganó tres oros y una plata allá por diciembre, la página web de la FINA tituló: 'La reina de Dubai'.

Aquello estuvo muy bien y me impactó, sobre todo siendo un reconocimiento que venía de la Federación Internacional.

¿Fue su mejor momento?

Uno de ellos, pero no el único. También me quedo con el día que batí el récord mundial (en 400 estilos en piscina corta, con 4:25.06), o cuando fui por primera vez campeona de Europa de piscina de 50 (en 200 estilos, en 2007). Todos son momentos especiales, pero Dubai fue una confirmación tras un mal 2009. Demostré que estoy con las mejores, ahí arriba.

Una objeción que recibió fue que los Mundiales de 25 metros son de un nivel menor.

No es así. Allí estaban casi todas las mejores, sólo faltaba Stephanie Rice por lesión. No hay que desmerecer, todo lo contrario. Era un Mundial.

¿A qué se deben sus altibajos en la alta competición?

Eso depende del momento de la temporada y de la mentalidad. Un porcentaje muy alto de la natación está en la cabeza. También es físico, por supuesto. Pero por muy bien que estés de forma, si no funcionas mentalmente... Te lo juegas todo en un espacio muy corto de tiempo.

Está trabajando con un psicólogo desde enero, ¿no?

Sí. Y me va bien. Siempre ayuda tener a buenos profesionales alrededor: el psicólogo, el fisio, el entrenador... Lo juntas todo y es decisivo en la competición.

También mejoró mucho con su actual entrenador, el francés Fred Vernoux.

Sí. Con él he trabajado mucho, he llegado a hacer cien kilómetros por semana. Pero luego salen los resultados.

¿Le mete caña...?

Mucha caña. Sufres mucho. En una concentración en Sierra Nevada me entrené seis o siete horas diarias.

Pero acaba compensando, ¿no?

Cuando llegan los resultados, claro que compensa emocionalmente, pero no en lo económico. Es lo triste de los deportes minoritarios. Las becas no son altas, los patrocinadores no se animan...

Pues a ver si ahora le llega alguno después de estos Mundial, cuando la FINA vuelva a titular: 'La reina de Shanghai'. ¿Se lo imagina?

Estaría bien, me gusta el titular. ¿Por qué no? A ver cómo sale el trabajo.

-Hará cuatro pruebas: 200 y 400 estilos, 200 mariposa y 800 libres. ¿Cuáles prefiere?

El 200 mariposa y el 400 estilos... Y no me gusta nada el 800.

¿Por qué a veces falla en sus pruebas fetiche y luego triunfa en las otras?

Cuando nadas en las que no son tus pruebas, llevas menos presión. Pero en las tuyas, donde eres más favorita, puede influir. Me pasó con el récord de España en 400, no era mi intención. Yo soy autoexigente y siempre quiero dar lo mejor, pero no siempre se puede. La presión juega.

Una última cosa: a sus 20 años, ¿se ve compitiendo hasta los 45 como Dara Torres?

(Se ríe). ¡No! Es muy meritorio, pero a esa edad me veo en la piscina en plan socio.