BALONMANO | LIGA ASOBAL | ADEMAR 30 - CUENCA 23

Ademar recurre a Ruesga para apuntillar al Cuenca

Reale Ademar aprovechó la visita del Cuenca 2016 para olvidar el mal sabor de boca que le dejó el varapalo de Pamplona y, de paso, encontrar un motivo más para ilusionarse.

Ademar recurre a Ruesga para apuntillar al Cuenca

Reale Ademar aprovechó la visita del Cuenca 2016 para olvidar el mal sabor de boca que le dejó el varapalo de Pamplona y, de paso, encontrar un motivo más para ilusionarse, como fue el debut de un Carlos Ruesga, que se destapó después de una grave lesión, participando en el 30-23 final.

El asturiano fue el máximo goleador del choque, con siete tantos, y tan sólo un error de lanzamiento, demostrando que tiene olvidado este largo periodo de inactividad y que puede llegar a tiempo para ser un jugador importante en el combinado español para el Mundial.

A pesar del dominio en el marcador, salvo un 3-4 en los primeros compases, el equipo local no fue capaz de abrir una brecha significativa, fundamentalmente por las imprecisiones y el acierto del sueco Kappelin en portería que impedía sacar provecho de muchas acciones claras de lanzamiento.

El debut del internacional Carlos Ruesga, no solo en la temporada, sino con la camiseta del Reale Ademar sirvió de efecto dinamizador para los leoneses, que encontraron en el asturiano un arma más que efectiva, tanto con sus lanzamientos, como con sus asistencias.

De un empate a seis en el marcador mediada la primera mitad se pasó en instantes a una ventaja ademarista de tres goles, todo ello capitalizado por Ruesga al que la ausencia de seis meses no se le notó lo más mínimo, convirtiéndose a partir de entonces y hasta el descanso en el motor de su equipo.

Sin embargo, el ritmo loco y sin control, unido a la fortaleza en los lanzamientos del trío cubano del Cuenca 2016 devolvió la igualdad al choque, luego roto de nuevo con el último acelerón que tuvo el epílogo final con el tanto sobre la bocina del ex-central del San Antonio para dejar al descanso un 14-11.

Pero si el partido aún estaba abierto con los tres goles de margen, Reale Ademar decidió dar carpetazo al compromiso con una defensa agresiva y una gran efectividad en ataque, donde el protagonismo correspondió a Denis Buntic, hasta entonces, bastante apagado.

En un puñado de minutos a los manchegos se les escaparon las opciones de haber plantado cara con un parcial en contra de 6-1 que dejaba todo resuelto (20-12, minuto 37), hasta que "Zupo" Equisoaín solicitó un quizá excesivamente tardío tiempo muerto, con mucho partido por delante pero todo sentenciado y con diferencias que llegaron hasta la decena de goles.

El resto del encuentro tan sólo sirvió para que se buscara el lucimiento individual en cada equipo, con un Ángel Montoro que cada día está más suelto y va camino de convertirse en una de las grandes apuestas de futuro del balonmano español y para que los conquenses maquillaran mínimamente la derrota.

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