Feria de Abril en San Sebastián

El Betis se presentaba en el Gasca con ganas de seguir su victoriosa racha que le hace perseguir al Deportivo de la Coruña en pos de la consecución de la Liga El único objetivo que La Real tenía hoy no era otro que el de la victoria para tener opciones de disputar la Copa de España en Valencia pero el Betis no vino a San Sebastián de turismo precisamente y demostró de sobra porque está instalado en lo alto de la clasificación .

Los primeros minutos del encuentro fueron de tanteo con lanzamientos lejanos de ambos equipos que ponían a prueba a los dos cancerberos. Pero fue el equipo Txuri Urdin el que decidió romper el hielo por medio de Idiákez, inconmensurable esta noche.. No obstante, las ocasiones se sucedían en ambas porterías y el partido no tenía dueño. Pero de el dos a cero a favor de los locales pasó rápidamente a un dos cuatro gracias a los goles de Batalla, Cipri, Monsalvete y una magnífica vaselina de Vlada Stosic, que sigue demostrando la gran calidad que tiene.

El Betis se adueñó del encuentro y comenzó a marcar el tempo del partido con un juego más técnico y menos físico, las señas de identidad de este renacido equipo verdiblanco. La buena labor de Illanes, tanto con los pies como con las manos, no impidió que el equipo donostiarra marcara dos goles que hacían el empate a cuatro con el que se llegaba al término de los primeros treinta minutos de partido.

Un gol al comienzo de la segunda mitad puso en ventaja al cuadro verdiblanco, pero Idiákez se encargó de poner el empate en el marcador con suma rapidez.

Ninguno de los dos equipos quería llevarse una derrota a casa y los dos necesitaban la victoria, por lo que, cada uno con sus armas, decidieron ir en busca de ella. La Real con la pegada de su mejor hombre, Iñigo Idiákez, que se mostró intratable, unido al juego de conjunto del equipo realista.

El Betis, con el toque y la calidad de sus futbolistas. El partido se volvió trepidante y muy intenso con goles del Betis que les hacían ponerse con tres de ventaja a falta de cuatro minutos para la conclusión del choque.

En estas, la Real se conjuró como nunca lo había hecho y en tan sólo tres minutos empataba un partido loco. Tuvo que ser el de siempre, un tal Idiákez, el que diera a su equipo un empate protestado por todo el banquillo bético debido al descuento del colegiado.

De esta manera se daba por finalizado un partido loco, intenso y con mucha emoción pero que deja a los dos equipos sin los necesarios tres puntos. La Real tendrá que seguir peleando para meterse en la Copa, mientras que el Betis ve un poco más lejos el sueño de la Liga.