Entre el honor y el dinero...

Entre el honor y el dinero lo segundo es lo primero, suele decir mi amigo Alfonso Azuara. Entre el honor y el dinero Sáez ha escogido lo segundo, ha mordido la manzana que le ofrecía Villar y ha renovado, muy pocos días antes de comenzar la Eurocopa, unas cuantas semanas antes de que haya nuevas elecciones en la Federación. Un hombre que hasta ahora había dado continuas muestras de sensatez y dignidad acaba de alinearse con este gesto con ese grupo de incultos descarados que se reparten dineros y canonjías sin el menor respeto por la decencia.

Merece la pena comparar esto con la dignidad de Camacho, que fue a Corea-Japón con este planteamiento: si todo sale bien y la gente quiere, sigo; si las cosas salen mal y hay molestias o dudas, me marcho. Y así lo hizo. Vio que tras lo de Corea había malestares y se marchó. Y contra lo que muchos maliciosos echaron a correr entonces, no tenía ninguna salida prevista. Estuvo bastantes meses sin nada hasta que le salió el Benfica. Fue una actitud honorable, que contrasta con la que dos años después adopta Iñaki Sáez. Y con la Federación ante unas elecciones, para más inri.

Merece la pena recordar cómo salieron los otros dos seleccionadores de la época Villar. Suárez, despedido tras Italia 90, no cobró el contrato que le restaba. Pleitearon para no pagarle. Al nunca bien ponderado Javi trató de mantenerle tras la cantada en Francia 98. Luego llegó lo de Chipre y tuvo que cesarle, pero como estaba renovado, cobró. ¿Qué tenía Javi que no tuviera Suárez? Pues que había jugado en el Athletic con Villar. Lo mismo que Iñaki Sáez. Sólo que de Javi podían esperarse actitudes de ese tipo, que cuadran con el resto de su conducta. Pero en Iñaki Sáez es una decepción.