Al Madrid le ha abandonado la suerte

Partido hermoso con resultado equívoco. El Madrid ha recuperado el aire de equipo esforzado y luchador que tanto demandaban sus partidarios, pero justo ahora la suerte le ha dado la espalda. Casillas ya no hace milagros, a Ronaldo no le entra el gol y los contrarios (en este caso el Depor, la semana pasada el Barça) le marcan gol con poco esfuerzo. La última hoja del trébol se va marchitando poco a poco, pero al tiempo el grupo recupera la autoestima y el aprecio de sus hinchas, que más que de los fracasos estaban hartos de tanto vedettismo y tanta dolce vita.

Para el Depor fue una noche feliz. La proximidad de la final de Champions más el indulto a Figo movilizaron a Riazor, que fue un trueno en torno a su equipo, plagado de esos reservas tan poco reservas de Irureta (la mayoría internacionales). El resultado fue un partido cargado de pasión, una olla en la que Beckham estuvo a punto de perder la cabeza y Zidane la perdió definitivamente. Sustentado por sus dos principales titulares sobre el campo, Andrade y Mauro Silva, y por los tres palos que rechazaron remates del Madrid, el Depor vivió una noche feliz y cargó moral para el martes.

Lejos de allí también cargaron moral el Valencia y el Barça. Los dos enemigos radicales del Madrid se han llenado de argumentos con el indulto a Figo y ahora celebrarán que haya sido inútil. El Barça se ve de repente a un punto del Madrid, y si el Valencia pinchara hoy ante el Betis, a tiro del líder. Eso quiere decir que aún nos quedan muchas emociones que disfrutar, porque el Madrid, pese al nuevo revolcón, aún puede agarrarse al calendario que le queda, el más sencillo de todos. Y a su renovado espíritu guerrero que, como mal menor, será lo que al final le valga el perdón.