Modelo arriesgado con riesgos añadidos

A mí el modelo de Zidanes y Pavones me gusta. Hace al Madrid un equipo distinto, redime con la presencia de la cantera el aire de Globetrotters sin patria de los galácticos y hace económicamente viable esa presencia masiva de megacracks en el equipo. Explico lo último: no hay dinero para un primer equipo lleno de Balones de Oro y un segundo con jugadores de la calidad y el precio de los del Madrid de Sanz. La Fórmula ZP es un modelo de viabilidad económica, además de un sugestivo proyecto deportivo. Y es una fórmula arriesgada, y en ese riesgo reside parte de su encanto.

Pero a ese riesgo consustancial con la fórmula no se pueden añadir otros. No se puede dejar ir a Makelele por negarle una mejora razonable. No se puede tener un servicio médico que descarte a Milito y tenga a Miñambres y Carlos Sánchez inútiles todo el año. No se puede abandonar una mínima disciplina de trabajo y pretender ganar las tres competiciones con sólo doce hombres. No se puede despreciar a los canteranos de palabra y obra y luego esperar grandes prestaciones de ellos la noche decisiva del año. No se puede montar una estrategia de cantera sobre Ramón Martínez.

No se puede poner este modelo en manos de un entrenador que no cree en él y ni siquiera se molesta en disimularlo. No se puede prescindir de un hombre bueno por todos los conceptos porque no sabe idiomas y parece una cama deshecha para sustituirle por un elegante políglota carente de la autoridad moral de aquél, de la flema de aquél, del conocimiento de aquél, del respeto por la cantera de aquél. No se le pueden meter tantos riesgos a una fórmula de por sí arriesgada, porque entonces nunca sabremos si lo malo es el modelo o si es que Valdano no fue capaz de aplicarlo.

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