Rivaldo podría ser el primer golpe de efecto

Vítor Borba, Rivaldo. Ese es el sueño dorado del españolismo en las últimas semanas. Con el equipo hundido en la clasificación (a siete puntos de la salvación), el consejo de administración del club tratará esta tarde la posible incorporación del jugador brasileño. El problema es que algunos de los componentes del Consejo, los que no saben de qué va el fútbol, no están por la labor de hacer un esfuerzo económico tan importante, asegurando que es una apuesta muy arriesgada, mientras que los que han sido futbolistas o tienen buen gusto sueñan con ver al centrocampista vestido de blanquiazul, aunque saben que deberán rascarse, y mucho, el bolsillo. Pero para eso está el dinero.

Con este panorama, Luis Fernández, que esta misma mañana ha regresado de París, donde ha estado con su familia, espera ver cómo acaba esta historia, que AS desveló el pasado septiembre. El francés ha reiterado en más de una ocasión que desea ver la evolución de la plantilla, pero tal como está el panorama, lo más probable es que dé luz verde al ofrecimiento de la directiva.

En los primeros contactos que realizó el club con el entorno del jugador, Rivaldo hizo una propuesta de dos millones y medio de euros netos hasta final de temporada, aunque tratarán de convencerle de ser el auténtico ídolo del equipo, además de poder regresar a vivir en Barcelona.

No obstante, en las últimas horas se ha presentado un obstáculo en el camino: el Sao Paulo. El club brasileño ha hecho una oferta en firme al centrocampista, que le serviría para prepararse a fondo para el Mundial 2006. De este modo, el Espanyol se ha topado con un duro rival, ya que si se arreglan, Rivaldo no abandonará su país.

No sólo se tratará la posible contratación del brasileño en la reunión de esta noche. Es más, el punto más importante que se tratará en el Consejo será la preparación de la junta de accionistas que se celebrará el próximo jueves por la tarde en el INEFC de Montjuïc. En el seno de la dirigencia españolista se tiene cierto temor a la reunión, aunque esperan poder salir airosos de la cita.