Primera | Espanyol - Celta

9 partidos, 8 defensas

Ha colocado a ocho jugadores en dos sistemas: zaga de cuatro y el autobús

alemany / molina

Si una cosa tiene clara Javier Clemente es que al fútbol se juega defendiendo. No hay más. La pasada temporada, cuando llegó al banquillo españolista para relevar a Ramon Moya, el vasco supo imponer su filosofía a una plantilla que iba muy perdida. Ésta no sabía donde cogerse, por lo que los consejos del nuevo entrenador les fueron muy bien. Salvaron la categoría sufriendo mucho, pero al final el objetivo quedó más que cubierto.

Ahora, con el paso de los meses, ha quedado claro que el que va perdido es el entrenador. Ha hecho todo lo posible para que su equipo no pierda partidos, pero el mal inicio de temporada le ha abierto los ojos y ha comprobado que sus ideales están un poco obsoletos, que son caducos y que ya no dan para más.

Y para muestra, un botón. Hasta el momento, Clemente, en las siete jornadas de Liga que se han disputado, ha utilizado seis sistemas diferentes. Comenzó con una defensa de cuatro hombres, aunque pronto recurrió a su clásico autobús, con el que el equipo, digan lo que digan, lo único que hace es cederle la pelota al rival y defenderse como gato panza arriba, pese a que pudo puntuar, en el último minuto, en el Ruiz de Lopera ante el Betis (1-1).

Ocho jugadores han sido los encargados de formar los sistemas defensivos de Clemente. En principio, aseguró que los canteranos no le servían para mucho, ya que estos debían ir creciendo poco hasta asentarse en la categoría.

Pues bien, en el encuentro disputado hace tres semanas en Madrid, Clemente le dio continuidad a Carlos García, que debutó unos días antes en la Copa ante el Elche. Pero el colmo llegó hace siete días, en Valencia. Molesto por las críticas recibidas, al entrenador del equipo no le quedó más remedio que poner en liza a su autobús más joven: cinco canteranos, con una media de edad de 21 años.

Soldevilla. Una de las cosas a las que se aferra Clemente es a la baja de Toni Soldevilla. El central, según él, es básico en sus sistemas, por lo que ahora que entra en la recta final de su recuperación, deberá aportar la garra y el liderazgo que tanto ansía Clemente. Nueve partidos, ocho defensas diferentes. No está nada mal.

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