Primera | Espanyol 1 - Villarreal 2

Dani le pegó con dureza a Turienzo y a Joan Laporta

¿Dijo lo que pensó? ¿O pensó lo que dijo? No aguantó más. Explotó. Daniel Sánchez Llibre se soltó la melena y se quedó a gusto. Normal. Le robaron en casa y expuso el sentimiento del pueblo. No quiere ver más a Turienzo Álvarez, que siguió perjudicando al Espanyol.

Cuando el partido entró en el tiempo de descuento, Turienzo Álvarez se inventó una pena máxima de Wome sobre Belletti. Nadie lo vio. Bueno, sí, el colegiado, que a la postre es el que decide. Éste inclinó el dedo índice de su mano derecha sobre el punto de penalti de la portería defendida por Erwin Lemmens. Las caras de satisfacción por el buen partido hecho por el equipo, cambiaron en la grada. Y en el palco. Daniel Sánchez Llibre tiró mano sobre su americana y se encendió el último cigarrillo del partido. Era el de la esperanza. Pero no. Román Riquelme no falló y lo celebró a su estilo, haciendo el Topo Giggio.

Y ahí es donde se encendió el presidente. Dani explotó como un volcán. Se puso duro. Dijo todo lo que pensaba. No se cortó ni un pelo. Mostró sentirse rencoroso con el pasado perico de Turienzo Álvarez y muy dolido con su homólogo culé, Joan Laporta.

Del primer protagonista de la tarde, dijo que "no se merece pitar en esta categoría. Es de Segunda B, como mínimo. No sé si tiene algo en contra nuestra. Estoy muy cabreado. Ha sido un desastre. Es como si tuviera ganas de quitarnos puntos. Me parece que ha tenido una actuación lamentable. Muy triste".

"No servirá de nada, pero haremos un escrito a la Federación para que no vuelva a pitarnos más. No lo queremos más. Pese a todo, soy consciente de que, con estas declaraciones, estoy ganando números para que me abran un expediente", aseguró.

Pero la historia no acabó ahí. El presidente culé también recibió. Sin citarlo, al igual que al Barça, Dani habló "del otro club de la ciudad". Recordó las lamentables imágenes vividas en el monumento a Rafael de Casanova. "No puedes decir que huyes de los violentos y luego te haces fotos con ellos", en relación al tímido acercamiento que Laporta hizo con los Boixos Nois. Y fue a más. "Nosotros tenemos dos o tres grupos de animación que se lo dejan todo. Cantan, bailan y gritan, pero nunca encienden bengalas en Montjuïc. Eso está claro", dijo Dani, que deberá tomárselo todo con paciencia.

El presidente fue un reflejo de la grada. Indignación y tristeza. Volaron tres puntos de casa. Ahora sólo queda tener paciencia.

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