Un navajero en el Ballet Bolsoi

Por fin firmó el Betis, ayer, la cesión de sus derechos televisivos. Así que todos contentos. La Liga arranca con la seguridad de que todos los partidos podrán ser vistos, bien por las televisiones públicas (sábados, como hasta ahora), por Canal + (domingos también como hasta ahora) o por pay per view a través de Digital +, la nueva plataforma. Las tensiones del verano han dado lugar a una renovación por cantidades casi idénticas a las del anterior contrato. Una buena noticia para el fútbol español, habida cuenta de que las ligas más próximas han renovado muy a la baja.

Y que sea para bien. Nuestro fútbol gasta mucho, más de lo que ingresa, pero lo gasta en general con provecho. Tenemos la mejor Liga del mundo, hace tiempo que vencimos la tendencia de las grandes estrellas a marcharse al calcio (ahora es al revés) y casi todos los mejores jugadores del mundo juegan aquí. Y no sólo hay que mirar al Madrid o al Barça para ver grandísimas estrellas. Por ahí tenemos, a Riquelme en el Villarreal, a Denilson en el Betis, a Ibagaza en el Atlético, a Aimar en el Valencia, a Etoo en el Mallorca, a Mostovoi en el Celta, a Nihat y Kovacevic en la Real...

Más nuestros Vicente, Joaquín, Casillas, Raúl, Xabi Alonso, Valerón, Luque, Niño Torres y demás, que, por cierto, se juegan el bigote el día 10 ante Ucrania. Todo ello configura un campeonato superior, cuya locomotora es sin duda el Real Madrid y su más difícil todavía. Este año, con un virguero más, Beckham, y un machaca menos, Makelele. Y sin central nuevo, aunque Valdano se afana todavía por reclutar al patibulario Ayala, que sería algo así como un navajero en el Ballet Bolsoi. Florentino dobla la apuesta cada año, y nunca se sabe si va a saltar la banca o si va a salir escaldado.