En busca de nuevos mercados

Las críticas, que las ha habido, sobre la gira por China, no parecen haber impresionado nada a Florentino, que ya prepara la del año próximo, por Estados Unidos, con un salto a Calcuta. Un nuevo viaje de evangelización por tierras no futbolísticas. Un nuevo viaje en busca de millones de admiradores, que pueden ser cientos de miles de simpatizantes-cotizantes a través del carné de simpatizante del club. Se ha llegado a la conclusión de que los carnés de simpatizante pueden ser más fáciles de vender y más rentables que las camisetas, porque tienen menos problemas de logística.

Y a mí me parece bien. Y si se cansan los jugadores, ya descansarán. Ellos son los más beneficiados porque sólo así se les puede pagar lo que se les paga. Quién sabe cuántos años tardará el Madrid en volver a reunir un equipo así. Por eso cuanto más implante su nombre ahora en el mayor número de lugares posible, mejor. En la vieja Europa ya tiene el Madrid todo el fervor que pueda reunir. Lo tiene de antiguo y lo renueva cada año en la Champions. Pero es limitado y lo debe compartir con otros (Bayern, Juve...) cuya envidia es hoy evidente en las declaraciones de sus hombres más relevantes.

Por lo demás, no hay nada malo en viajar, en vender, en comerciar. El mundo se fue cosiendo a base de grandes viajes comerciales, desde los fenicios a Colón, que buscaba las Indias y sus especias, pasando por Marco Polo. El Madrid vende su producto, que es magia, ilusión y alegría, porque no otra cosa es el fútbol, y detrás de él irán otros a los que también aprovecharán estos viajes de verano. Como al Madrid le han aprovechado las primeras excursiones a Asia que hizo el fútbol inglés, con el Manchester a la cabeza, cuyo símbolo principal, Beckham, ha tenido el acierto de arrebatarle.

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